Un fin de semana de mayo

Este fin de semana ha sido un poco más viajero de lo normal. El sábado me fui a la capital del reino, con el equipo de protesta completo: silbato, gorra, camiseta y banderín a  protestar  por los recortes en sanidad. Algunas graciosas nos recomendaban ir sin desayunar por si con las nuevas formas de disuasión de manifestaciones hubiera tortas, porras o leche de mala calidad, que afortunadamente no hubo.  La convocatoria partía desde el sindicato de enfermería (SATSE)  a nivel nacional y no sé que ingenuidad mía creía que encontraría sino más entusiasmo al menos más gente. Si que llegaron personal sanitario desde casi todas las comunidades autónomas, aunque imaginaba  más movilización. Pero con aquello de darlo todo por perdido, el da igual lo que hagamos, solo una pequeña parte de los afectados de estos recortes (que para mi que somos todos) nos encontrábamos allí.
 Madrid me agota, llegue a casa muy tarde, muy cansada y me fui directa a la cama.

Hoy me sorprenden mis amigos Angeles y Javier y cuatro más con ir a comer al campo. Y allí me han puesto al día, que la canción ganadora del festival de eurovisión ha sido la de Suecia.

Mira que tienen suerte estos suecos, lo tienen todo, el ikea, ABBA y ahora el festival!!!

Hemos recordado todas nuestras canciones eurovisivas preferidas hasta que dejó de interesarnos el concurso.
De acuerdo la mayoría en la emoción y la frustración de aquel año en que los votos de España a Israel nos arrebataron el primer puesto.