viernes, 3 de diciembre de 2010

¿Quién enseña a los niños a ser egoistas?

Ayer tuvimos la fiesta de cumpleaños de mi sobrino Pablo, un añito cumplió, fue una fiesta genial, los sobrinos de mi cuñada ya son mayores tienen16 y 9 pero siguen jugando con los pequeños y naturalmente los mas chicos les adoran, la verdad es que fue un fiesta muy divertida.
Entre los mas pequeños habia un niña preciosa de unos 2 añitos y medio que abrió los regalos,  estuvo bailando, cantó, jugo al futbol con las cajas de los juguetes y nos hizo reir mucho con sus gracietas.
Es una niña sana, muy guapa y como es la más pequeñita en casa y esta rodeada de  muchos adultos esta un tanto mimada.
Le encantan las chuches y en la fiesta de Pablo había cantidades industriales de ellas y Carla comío tantas como pudo y le permitieron sus papas, pero como  la hora de la merienda es sagrada y siempre  tocan natillas su mama las saco del bolso  y...

A pesar de haber comido otras cosas y que la niña no tenía hambre alguna, se empeñaron en darle sus natillas que para eso las llevaban y naturalmente interrumpirle su juego y querer que coma es siempre una tonteria por que los niños se alimentan tanto jugando como con la comida pero se empeñaron y consiguieron  con mucho esfuerzo, que tomara unas cucharadas de las natillas de la discordia.

La escena es la que se supone,  Carla no quería comerlas y  ahí empezo lo que para mí es uno de los mayores errores que se cometen en la educación de los niños:

-¡Vamos Carla una cucharadita más si ya queda muy poquito, venga cariño, una más... uy, que si no la comes tú va venir Pablo y se las come, anda hija una nada más, que no Pablo, que  no podemos dartelas a tí, que son para Carla, vamos come, come que te las quita!
Y así consiguieron que las engullera.

No lo entiendo, no  lo pienso entender jamás, primero porque la niña no tenía hambre y hubiera preferido  seguir jugando y además ¿que pretendemos enseñar a los niños con esto? ¿A que les estamos educando?


Primero no respetarles el juego e imponernos por lo que creemos más importante  en este caso la comida  y luego que mensaje le estamos dando cuando les manipulamos  de este modo?¿ que potenciamos en ellos?¿La la gula, al egoismo, a la competición, al miedo al otro?.

Eso si no les inculcamos cosas peores, que he visto y oido esta escena cientos de veces y en versiones  mas duras, cuando el "malvado que quiere robarnos nuestras natillas" es la vecinita gitana o el niño del quinto que es rumano...

Y no solo a la hora de comer sino por cualquier cosa se establecen competiciones, comparaciones y  lo que mas me sorprende  es que son padres jovenes, modernos,  que consultan con el pediatra cada eructo del niño (y pobre de tí si te atreves a recomendarles algun remedio casero, que no haya autorizado Estivill) y sin embargo a lo importante no se le da importancia.

He dicho.
(la verdad es que queria contar otra cosa, pero sera otro día)

3 comentarios:

  1. Estoy completamente de acuerdo contigo. Eso que cuentas lo he visto muchísimas veces. Ahora también observo mucho el "Niño, no rompas esa planta -o lo que sea- que aquella señora te va a dar en el culo" (una señora cualquiera que pase, que puedo ser yo). Ahí no es el egoísmo lo que se fomenta, sino el miedo al otro, que será el que no me permite hacer algo dañino, el que me castigará, el enemigo... Con lo fácil que es decir "Eso no está bien, por la razón X". Y en cuanto a dar de comer a los críos cuando no tienen hambre siempre me negué. Mi hija mayor, con un año comía la cantidad que -según los pediatras- tendría que comer con 6 meses, pero estaba sana y nunca la obligué a comer más. Me guié por su apetito y por mi instinto. :)

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  2. Yo no tuve hijos pero tuve madre y aunque en balance y con el tiempo fue fantástica, en la etapa de mi infancia fue una pesadilla, sobre todo por el tema d ela comida.
    Quien me vea ahora seguramente no creerá que yo era un hilo de niña, pero lo era. Mi madre se empeñaba en que comiera cuando ella lo consideraba necesario y todo lo que ella consideraba. No creo que hiciera falta. Desde luego espero que haya muchas más madres como Candela. Viendo los resultados de su trabajo pienso que nos e equivocó en lo absoluto.
    besitos

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  3. Así nos luce el pelo

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