sábado, 15 de enero de 2011

Cerrando tiendas

Cada vez que veo como van desapareciendo tiendas del centro de mi pueblo y de los otros pueblos cercanos más grandes que el mio, me siento decepcionada y triste. Personas estupendas que han mantenido sus comercios durante muchos años y que han dado mucha vida a los pueblos, que han vendido sus productos con garantias y  siempre con un trato amable y cordial, van cerrando sus negocios agobiados por las nuevas tendencias comerciales, franquicias, locales enormes que más parecen naves, de productos que vienen de  algunos paises donde no se respetan los derechos laborales, puede que ni los derechos  humanos y que cuando se instalan aquí estan libres de impuestos y venden productos de poca calidad a precios europeos. No he visto trabajar en estas naves de cosas a ninguna persona de aquí, recuerdo que Candela contaba en un post comose dan el lujo de ofrecer a Pepa en uno de estos lugares, trabajar por 10 euros diarios y en jornadas de 10 horas (rectifico eran 12 horas) eso aquí, ¿cuanto pagaran a quienes trabajan en el país de origen? Una locura.
Las fabricas de ropa en las que estaban empleadas las mayor parte de las mujeres de la zona, igualmente han ido desapareciendo con la consiguiente falta de autonomia que supone la falta de trabajo remunerado para las mujeres.
Alguna vez nos preguntamos porque ciertos productos son mucho más baratos que otros con las mismas características o sencillamente no es necesario reflexionar sobre ello, no nos paramos a pensar como pueden permitirse abaratarlos y aún obtener beneficios, ¿quien pierde, a quien paga lo que nosotros nos estamos ahorrando? En algunos lugares niñas y niños en condiciones de exclavitud como la de siglos pasados.
Prefiero tener pocos productos  de los que necesito que llegan de  lugares donde se repetan los derechos de los trabajadores y hay conciencia ecológica.
No me imagino anestesiar mi conciencia en estas cuestiones  y reclamar derechos laborales justos  para mi después.

Mi carro de la compra es mi carro de combate, siempre tengo la última palabra,  como consumidora esta es mi libertad puede que la única que me permiten, comprar lo que necesito donde  yo decido a quien quiero beneficiar y que mercado quiero tener, se que no cambiaré el mundo con ello,  pero al menos cuando reivindique justicia social, lo podré hacer con la conciencia limpia.
Me ofrecen en una entidad financiera un interes tan ridículo que el empleado debe sentir verguenza cuando me lo ofrece, casualmente esa entidad se mantiene con el ahorro de aquellos que tendremos que pagar con nuestros impuestos el prestamo que ellos mismos hacen como 'mercados' a este pais. Doble beneficio comprar con  mis ahorros la deuda que pagaré con mis impuestos a intereses muy dispares.No parece muy ético.
En otros bancos me pueden dar más interes pero ¿sabe alguien en que se invierte mi dinero cuando me ofrecen intereses altos, a que clase de negocios van a prestarlo?

Cuando un edificio esta en ruinas, los técnicos del ayuntamiento lo revisan para hacer un informe sobre su habitabilidad, de ahí se parte hacia el derribo o la rehabilitación.
Todos los técnicos que han podido revisar nuestro sistema económico estuvieron de acuerdo en su deterioro ruinoso,  no se puede mantener decian, hablaron de cambios necesarios y urgentes y voy viendo estupefacta como le han plantado unos puntales al edificio que se hundia por momentos y ni han comenzado el proceso de limpieza y reconstrucción que nos prometian, no debe salir a cuenta, unos remiendos a la fachada una mano de pintura y pasar a otros la patata caliente.
 De todas maneras no tengo muy claro como aquellos que nos han dejado en este estado nos pudieran salvar de ellos mismos.

Otro mundo es posible, un mundo más ecológico, mas justo, mas respetuoso con el medio ambiente y con las personas, donde no seamos los seres humanos cosificados y descartables en función de nuestro consumo, banca ética, comercio justo.

Si alguién ha llegado hasta aquí, le recomiendo que le eche un vistazo a esta pagina www.storyofstuff.com
 En ella se pueden ver unos videos como el de Historia de las cosas de Annie Leonard y otros videos relacionados e interesantes, sobre cosmeticos, botellas de agua, electrodomesticos.
Habla Annie de las estrategias de mercado, del volumen de consumo, de como creemos poder consumir sin fin en un planeta finito. Sentido común secuestrado.
Pero aún así, podemos hacer algo, no resignarnos a la manipulación y al secuestro de nuestro futuro, a  ser los actores de nuestra vida y no espectadores pasivos.



3 comentarios:

  1. Solo quería hacer dos matizaciones: eran 10 euros por 12 horas :)) La otra es que aquí se está produciendo una paulatina pérdida de derechos laborales y que, a pesar de que el trabajo digno es un derecho constitucional, de poco sirve denunciar la explotación y los abusos cuando se cometen por nuestras propias empresas, porque nadie va a mover un dedo. Es más fácil que prospere la denuncia a un vendedor ambulante o a un sin papeles que a un empresario explotador de los gordos, un especulador o un timador profesional de muchas víctimas en pequeñas cantidades. Veo que tienes las alarmas encendidas :) Eso es buena señal. Un beso, cereza.

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  2. Seguimos en la edad media (eso sí con más tecnología)

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  3. Lo cierto Candela es que en vez de acercar los derechos conseguidos al mundo emergente, llegaremos a copiarles el trabajos sin garantias.
    Yo ya lo estoy viviendo, tres horas justificadas de médico, tres horas menos que cobro e injusticias con el ere, las que quieras. sin embargo las empresas dedicadas al lujo han multiplicado sus ingresos. Y no se mueve nadie.

    Alson, en la edad media, si, vivimos infantilizados todavia. (yo mucho)

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