David

Venía a casa con su madre y su hermana Bea cada vez que la gallina sacaba pollitos. Eso solía ser en el mes de mayo. Especialmente cariñoso, de esos niños que inspiran ternura, que son muy transparentes, que tiene la mirada más limpia e inocente. Después y  a pesar de haber dejado atrás la infancia no se ha dejado contaminar.
Amable, buena gente, divertido y guapo. Amante de la naturaleza, de la escalada, deportista, solidario, currante, siempre dispuesto, generoso sin vender favores, generoso porque si. Profesor de educación física, además entrenado futbolistas chiquitos.
El sábado comenzó a desvariar un poco, algo extraño, nervioso, se le veía con la mirada un tanto perdida. Le acompañaron al médico, llegó con una crisis de ansiedad, le medicaron y le enviaron a otro hospital. En el camino le volvieron a medicar. Llego tan dormido que solo pudieron dejarle en observación hasta que pasara el efecto del medicamento. Despertó, sofocado, le faltaba el aire.
-Abre la ventana, me ahogo, abre la ventana, abre, abre por dios!
Su madre abrió la ventana y David y sus veinticuatro años se lanzaron al vacío buscando el aire que no le alcanzaba, que no  conseguía inspirar. Ella  quedó  con su camisa entre las manos.
No era mucha la altura, pero el golpe fue todo para la cabeza.
Han donado todos sus órganos, después han visto entre sus papeles que era donante, no lo sabían.
Nunca había visto tanta gente llorar tanto.
No entiendo nada.

Sniff, sniff

Últimamente he recibido tantos varapalos y malas noticias que me he tenido que poner una coraza para no derrumbarme y dejarme caer. Y como resultado de  ese esfuerzo extra un cansancio imposible se me agarra al cuerpo y no me permite continuar con la rutina y los quehaceres habituales.
Tanto me esfuerzo en dar la imagen de que estoy bien que las ojeras se han apoderado de mi y hay quien sospecha que estoy como estoy. Y hay quien si me apetece que me consuele y me anime, pero también hay quienes se preocupan tanto que acaban por sobrecargarme más y es lo último que necesito.
Cuando tengo ganas de llorar y me doy permiso para hacerlo suelen interrumpirme y el llantos interruptus se acumula y la presión es mayor.

De tal manera se ha rebelado mi  cuerpo  conmigo que desde esta mañana el llanto ha roto las compuertas de mi falsa fortaleza y no ha dejado de brotar.

Pero sabiendo que no me voy a dejar ver tan fácilmente, y más sabio que yo y se ha convertido en llanto nasal.
Quien me ve se asusta del color y el tamaño de mi nariz, se compadece de mi catarro y me deja tranquila, dicen que lo mejor es dejarme descansar. No he encontrado otro medio de llorar sin llamar la atención y que salga hacia afuera este desconsuelo que de seguir dentro acabaría por enfermarme de verdad.
Todos entendemos un catarro y yo puedo llorar a placer y limpiarme hasta la próxima ocasión que vuelva a estar "hasta las narices".

Esto me suena

El duro trabajo físico, el cuidado del hogar y de los hijos, las mezquinas peleas entre vecinos, el cine, el fútbol, la cerveza y sobre todo, el juego, llenaban su horizonte mental. No era dificil mantenerlos a raya. Unos cuantos agentes de la Policía del Pensamiento circulaban entre ellos, esparciendo rumores falsos y eliminando a los pocos considerados capaces de convertirse en peligrosos; pero no se intentaba adoctrinarlos con la ideología del Partido. No era deseable que los proles tuvieran sentimientos políticos intensos. Todo lo que se les pedía era un patriotismo primitivo al que se recurría en caso de necesidad para que trabajaran horas extraordinarias o aceptaran raciones más pequeñas. E incluso cuando cundía entre ellos el descontento, como ocurría a veces, era un descontento que no servía para nada porque, por carecer de ideas generales, concentraban su instinto de rebeldía en quejas sobre minucias de la vida corriente. Los grandes males, ni los olían.

- George Orwell, 1984

Un fin de semana de mayo

Este fin de semana ha sido un poco más viajero de lo normal. El sábado me fui a la capital del reino, con el equipo de protesta completo: silbato, gorra, camiseta y banderín a  protestar  por los recortes en sanidad. Algunas graciosas nos recomendaban ir sin desayunar por si con las nuevas formas de disuasión de manifestaciones hubiera tortas, porras o leche de mala calidad, que afortunadamente no hubo.  La convocatoria partía desde el sindicato de enfermería (SATSE)  a nivel nacional y no sé que ingenuidad mía creía que encontraría sino más entusiasmo al menos más gente. Si que llegaron personal sanitario desde casi todas las comunidades autónomas, aunque imaginaba  más movilización. Pero con aquello de darlo todo por perdido, el da igual lo que hagamos, solo una pequeña parte de los afectados de estos recortes (que para mi que somos todos) nos encontrábamos allí.
 Madrid me agota, llegue a casa muy tarde, muy cansada y me fui directa a la cama.

Hoy me sorprenden mis amigos Angeles y Javier y cuatro más con ir a comer al campo. Y allí me han puesto al día, que la canción ganadora del festival de eurovisión ha sido la de Suecia.

Mira que tienen suerte estos suecos, lo tienen todo, el ikea, ABBA y ahora el festival!!!

Hemos recordado todas nuestras canciones eurovisivas preferidas hasta que dejó de interesarnos el concurso.
De acuerdo la mayoría en la emoción y la frustración de aquel año en que los votos de España a Israel nos arrebataron el primer puesto.

Este momento

Cuando las vi por primera vez me parecieron feas, pero fue probármelas y oye, me gustan!

"El maltrato sutil"

Acabo de recordar una conversación que mantuve con alguien que conocí mientras tomábamos una cerveza en una terraza de bar. En la mesa de al lado había una pareja con sus hijas. La mayor de las dos niñas iba vestida como una niña mayor cuando la criatura no tendría más de cuatro o cinco años.
Decía quien me acompañaba que le molestaba mucho cuando alguien veía a una niña vestida de modo parecido a aquella y comentaba que la niña parecia una lolita..
Creo que la conversación se centro en ese tema durante un buen rato, entonces yo solo tenia medio cerebro activo y sé que  estuve de acuerdo en que esos comentarios son molestos, sexistas y degradantes. Sin embargo ahora, después de ver este vídeo creo que es tan irritante como ese tipo de comentarios, el hecho de que desde niñas se las "amaestre" para parecer mujeres que no pasen desapercibidas.
El vídeo lo explica muy bien.

No es normal

"Las emociones negativas bloquean nuestra capacidad de razonar"

Ya sé que no es inteligente decir lo que se piensa ante un funcionario chulo que tiene que dar su visto bueno a tu trabajo, a un trabajo que a él le importa un bledo, que con una observación suya desfavorable te va traer problemas y un añadido de esfuerzo al que ya estas realizando y que ya te va quedando grande.
Lo sé, se que es lo más tonto que se puede hacer, y además sé que estas salidas mias del tono me causan un estrés impresionante y me dejan echa polvo todo el día o varios días, lo sé.
Pero hoy ya no he podido contenerme y le he puesto las cosas claras, que ya estoy harta de abusos y chulerías que acabo pagando yo de todas formas.
Debe ser que estoy un poco alterada (acabaré por disculparle, me conozco) pero no es normal que primero un imbécil subido en un todoterreno se de el lujo de darme un bocinazo del 15 al adelantarme en una calle estrecha ademas,  porque no me da la gana de ir a más velocidad de la marcan las señales y no es normal que cuando nos volvamos a encontrar en paralelo vuelva con la bocina a dar gritos y hacer gestos obscenos, pero lo que es menos normal en mi es devolverle el grito y el gesto. y tampoco es normal que me  sobrepase, cambie a mi carril a todo gas, frene de golpe y de marcha atrás con todo el acelerador  para embestirme.
no no es normal.
Espero que cambie pronto la luna, porque me temo que mis nervios de mantequilla no soportan tanto despropósito.

Viñeta

No puedo dejar de admirar a quienes hacen con un lápiz y unos colores unas radiografías de la realidad tan, tan buenas.
En este caso el dueño del lápiz es gaditano, y si alguien quiere saber más de él, le puede encontrar en la barra lateral.

El manejo de los afectos

"¿Qué es la cultura? La cultura es lo que te queda cuando se te ha olvidado todo lo que aprendiste en el bachillerato"

UN SINDIÓS. JUAN JOSÉ MILLÁS

Desde que los ministros de Rajoy, en especial Montoro y Ana Mato, decidieron explicar didácticamente los porqués de la demolición del Estado, entendemos las cosas mucho mejor. He aquí un resumen, claro como el agua, de sus argumentos: Se pone precio a la sanidad para que continúe siendo gratuita y se expulsa de ella a determinados colectivos para que siga siendo universal. Se liquidan las leyes laborales para salvaguardar los derechos de los trabajadores y se penaliza al jubilado y al enfermo para proteger a los colectivos más vulnerables. En cuanto a la educación, ponemos las tasas universitarias por las nubes para defender la igualdad de oportunidades y estimulamos su privatización para que continúe siendo pública. No es todo, ya que al objeto de mantener el orden público amnistiamos a los delincuentes grandes, ofrecemos salidas fiscales a los defraudadores ambiciosos y metemos cuatro años en la cárcel al que rompa una farola. Todo este programa reformador de gran calado no puede ponerse en marcha sin mentir, de modo que mentimos, sí, pero al modo de los novelistas: para que la verdad resplandezca. Dentro de esta lógica implacable, huimos de los periodistas para dar la cara y convocamos ruedas de prensa sin turno de preguntas para responder a todo. Nadie que tenga un poco de buena voluntad pondrá en duda por tanto que hemos autorizado la subida del gas y de la luz a fin de que resulten más baratos y que obedecemos sin rechistar a Merkel para no perder soberanía. A no tardar mucho, quizá dispongamos que los aviones salgan con más retraso para que lleguen puntuales. Convencidos de que el derecho a la información es sagrado en toda democracia que se precie, vamos tomar RTVE al asalto para mantener la pluralidad informativa. A nadie extrañe que para garantizar la libertad, tengamos que suprimir las libertades.

unos eurillos al mes

Tierra trágame

Para  el concurso "Tierra trágame" por participar aunque no quiero premio,  había pensado contar lo que me sucedió aquel día en que fui a comprar pan a una panadería. Un lugar pequeño,  con muy buena acústica y con mucha clientela  y contar como se me trabucó la lengua y pedí "dos penes y un bollo de crema", como se volvieron todos los  clientes a mirarme y solo me dio de si  el cerebro para  decir "que me debía haber traicionado el subconsciente, jeje", (aunque estoy segura que fue el inconsciente colectivo, por el número de piezas y personas  que nos encontrábamos allí) esperando unas risas cómplices, pero solo encontré miradas severas y sin ningún sentido del humor. Como salí deprisa de allí y sin contar el cambio y quise abrir la puerta hacia donde no se abría.  Había pensado contarlo, pero me da mucha vergüenza.