sábado, 18 de diciembre de 2021

Boruñito

  Algunos días retorno del trabajo con el corazón envuelto en un lienzo de algodón blanco para que no se me ahogue entre las alambradas y el filo romo de un bisturí.

Algunos noches regreso con el corazón  convertido en un boruñito de angustia arropado por el pañuelito blanco de llorar penas  porque si en el estruendo de cada conmoción mi pobre corazón se hiciera añicos dónde habría  yo de ir a recoger cada pizca  esparcida por las murallas del hospital.

Algunas noches vuelvo con el espíritu arrebatado por el dolor de los niños sin madre y  convertida en un mecano roto que la paciencia recompone hilo a hilo mientras entrelazas entre mis dedos todos los mimbres de amanecer.

Algunas veces la suerte se sienta  a mi lado deshojando margaritas y contengo la respiración con la incertidumbre de un futuro pendiente de un hilo al capricho  de los dioses.

Sin embargo, algunas veces  entre las noches de luna oscura y los paseos de olmos negros asoma la aurora con la potesad de cambiar  un café destemplado en un helado de nata blanca  para que no fenezca en medio de  tanta angustia. 

 

 Así las polaridades se expresan:

Al lado del veneno, el antídoto.   

Junto al dolor, el remedio. 

Al otro lado de la amargura, tú.

sábado, 27 de noviembre de 2021

Querida Carmen:

Querida Carmen, sé que hoy ha sido un día muy especial para ti. Tú aún no lo sabes, pero a él regresarás en tantas ocasiones en los días que vendrán...! Hay momentos que son puertas de entrada y  salida que se fijan en nuestra memoria y  maduran como el buen vino en el silencio del tiempo para acabar convertidos en el oasis al que regresar en los días de ardencia y el hogar cálido donde reposar la cabeza en las jornadas de invierno. Estos momentos formarán parte de los mimbres de tu vida que ya vas trenzando y que todos los tuyos, especialmente tus padres, van tejiendo con ese amor incondicional que como el oxígeno no ves, pero sin el cual no puedes vivir. 

Ya desde que no eras más que una pequeña mórula de células pasabas el tiempo dando volteretas en  tierra materna, tantas que era difícil hacerte una ecografía en condiciones, porque no parabas de saltar y bailar dentro del recinto uterino, tal y como ha sucedido hoy en el cesped del local donde no has parado de dar brincos, saltos y piruetas la tarde entera. Ya entonces los tuyos comenzaron a quererte y a cuidarte, aún sin conocerte, en un tiempo en que ni siquiera podías respirar fuera del agua, pequeño pez que somos todos hasta nacer.  Y hoy que ya  has pasado en este universo tiempo bastante para que aquella arcilla frágil y vulnerable se haya templado lo suficiente para mantenerse en pie,  solo unas palabras para desearte mucha vida y vida buena.


 Quien ahora eres no tiene idea de quien serás mañana ni de que vientos te conducirán lejos de hoy, que manos te acompañarán, que caminos trillarás, que precipicios, que abismos, que sueños te guiarán... Para ese camino cierto pero incierto,  unas semillas ligeras que no serán peso en tu mochila.


Viaja siempre ligera de equipaje, graba en tu memoria todo lo bueno, lo memorable. Quedaté con el regalo de la compañía y el cariño de quienes te rodean  y cultiva tú también, memoria y afecto en ellos.


Decirte que de todo podrás arrepentirte en la vida menos del esfuerzo honesto.

 Que no somos propietarios de nada por mas que estemos rodeados de todo, porque estamos en transito constantemente.

Que aproveches las horas,

que tus raices te sostengan pero no te atrapen,

que  tus alas te eleven sin lastres.

 Que te fortalezcas en la adversidad.

Que proyectes lo mejor de ti sobre los caminos del mundo.

Que olvides los pesares para que puedas recomenzar la tarea que te cabe cada día.

Que no te encadene el orgullo a la competición ni seas rival sino compañera,

que  cultives la  humildad para  reconocerte  pequeña en medio de este universo en que lo somos todos  y no compitas por el parecer.

Que no te duela aprender ni la rectificación justa.

Que aprendas a elegir con acierto,

que ames abiertamente y de corazón, porque desde ese espacio te ofrecerá la vida el mejor de los regalos: el de la libertad.

El tiempo modelará tu alma como el cuerpo hará con tus caderas. Disfruta con gusto de ser niña, porque adulta lo serás siempre y recuerda que la niñez es un instante que nos sostiene la vida entera. 


Muchas felicidades.
Mil besos!!

jueves, 28 de octubre de 2021

Las alas pesan como plomo derretido

por que las balas se escurren

como metralla de hielo
entre las plumas y el aíre.

Las manos ancladas a los viejos verbos

paralizan la tinta de todos los tiempos

y emborronan los calendarios con 

destinos marcados.

No retorna la vida de las alambradas

oxidadas de  ayer.

Vuelve la niebla y las tiñe de herrumbre

sin que principien los días del solsticio 

a recamar la tierra de luz.

Navegamos en oceanos de sangre vertida

de lagrimas olvidadas,

de madres huerfanas, 

de padres ausentes.

Los hijos de la oscuridad vencida

habrán de  iluminar la otra cara del mundo

y retomar las raíces del arbol caído

para  despertar  al oxido de las balas dormidas

en medio de un mar lleno de peces humanos.

Con qué paños limpiara el mar,

con qué pan alimentar la vida,

con qué alegria alentar al viento

si no permitimos un rescoldo de menta

para retomar la tierra.




 

Evanescente

 Evanescente, 

sin saber que atalajes la adornan

 o de qué origenes renace

 se presenta entre tules y sedas

 mientras yo la anhelaba flor de algodon.

Evanescente, 

vestida de invierno,

 con la piel herida por un aliento gélido

 a  un paso de alentar el soplo de vivir.

Evanescente,

 como una lámina acerada, elegida,

 sofisticada y exclusiva 

entre la apetencia y el empeño de anhelar,

 respirar,

 brotar al aire  mientras un escalpelo me atraviesa de parte a parte.

Vana,

 hueca,

 vacia,

 hambrienta

 asi la encontre.

 Así me dejo.

Dejad hablar a los versos

Permitid hablar a los versos

devolvedles la palabra.

 Dejad que los lienzos se llenen de color

y las sábanas blancas tendidas al viento ondeén como banderas

universales de luz,

Aceptad que la esperanza

 quiebre  los barrotes del prejuicio y apague

las hogueras de la inquisición alimentadas de  libros inmortales.

Facultad que las letras bailen entre nosotros

para que limpien de nostalgias

los semas impresos de las guillotinas viejas.

Permitid que renazca la sabiduría

entre las gentes humildes

para que las palabras olvidadas de sí

retomen el papel y las almas,

las puñetas y el estrado:

"Paz, piedad, misericordia y justicia".


Abonaremos la tierra

Abonaremos la tierra con nuestro miedo,
las arenas se dejarán arrastrar por el viento hasta ser mar,
la calima nos cegará,
la fragilidad  escondida partirá nuestra alma como pan quemado
 y estallará la frivolidad en tan pequeñas porciones
 que no notaremos posar en los ojos lo nuevo.
Se salvarán los árboles, las flores y la primavera
que aún no hemos asesinado.
Ellas serán nuestras madres otra vez.

El aíre limpio se empozará de llanto,
la nostalgia, de impotencia traicionera.
La indignación será la semilla de nuestro futuro.
Pequeños dioses sin arcos, lanzaran  flechas sin dirección.
 Llegaran a todos y serán de nadie  para que todo comience  de nuevo.

Mañana. 

Será mañana

sábado, 25 de septiembre de 2021

Airen

 Cuando D. Qujote recorría La Mancha no se mostraba ante sus ojos la marea verde de hojas y fruta dulce que la tierra es hoy. Cuando D. Alonso Quijano, el bueno paseaba el terruño  con su cabalgadura bien acompañado de  Sancho, el secarral  se presentaba rubio como el verano en que comienza la historia, cubierto de un trigo hambriento que después del enorme trabajo de cultivarlo, segar la mies, aventar el grano y separar la paja pasaba del granero al molino para  mal alimentar paisanos y animales, porque La Mancha era la "Manxa" que el árabe nombraba con el significado de "seca": seca y pobre. Esa marea de viñas  que cubre nuestra tierra llegaría mucho más tarde, cuando la "filosera", una enfermedad de la vides, arrasara Francia y la falta de tierra sana obligara a los vinateros a buscar tierra virgen para la vid.

La variedad de viñedo más común del Común de la Mancha (siglo XIV) es desde entonces el jubiloso aireen, fruto de una fruta fresca, a la vista dorada, de grano esférico casi perfecto que de  tan honesto deja ver su corazón al trasluz;  delicada al tacto como el cristal más fino, dulce al gusto, equilibrada, persistente en boca con todos los aromas del verano en su interior. Fruta agradecida que devuelve con creces  cada mirada que el agricultor le prodiga. Esa variedad humilde, tal vez por más común que otras, no contiene  en su genética esa intención mercenaria de las variedades "mejorantes" que invaden nuestras mesas de cata. Para dar a conocer nuestros vinos, se organizan todo tipo de eventos aprovechando fiestas y la mediania del noviembre gris  para presentar el vino nuevo en vísperas ya de navidad. Y sin embargo, si hoy nos visitaran de nuevo y fueran invitados a uno de estos eventos no hallarían por copa alguna la variedad que nos ha convertido en lo que somos. Degustarían verdejos, macabeos, siracs,  la francesa Cabernet Sauvignon, algún tempranillo que ha perdido ya la denominación propia de "cencibel". Encontrarían caldos macerados en barricas de roble francés y americano;  degustarían, eso sí, junto al vino algùn queso manchego aunque los mantequillosos franceses van ocupando nuestras despensas porque el ovino manchego se encuentra en extincion, pero no hallarían por ninguna parte un sorbo de airen que llevarse al paladar.

Da la impresion de que aquello que nos sostiene no se publicita por algún motivo que ignoro, aunque la ingratitud de los hombres no sea causa de rencor en la tierra que continúa pariendo su fruto en medio de enormes dificultades, de soledades eternas, de sequías interminables, de olvidos lamentables. No dejan las cepas de airen de  reverdecer el campo en cada primavera ni de alegrar nuestra mirada en ese recorrido de esperanza que discurre por La Mancha.

Alegre, limpio, honesto, vivo, resolutivo  el vino de nuestra tierra no deja de ser el aireen que se comparte con gusto en la amistad y en la copa acompañado siempre de una buena conversación. Solo falta que se presente en sociedad con lo honores que merece, en mi opinión.

miércoles, 21 de julio de 2021

Raquel

 Desde hace días temo mi mano sobre el papel como si éste fuera una estela de ortigas. El pensamiento con zumba de avispa vieja viene a beber una y otra vez de la misma fuente amarga. Un hilo enzarzado en la mano  arrastra la pluma entre los dedos como por una sábana de esparto. Perplejo teme el pensamiento lanzarse al precipicio de las expresiones manidas, porque a esa altura del paisaje lo vulgar toma cuenta nueva y asusta plantarle cara y mirar sus ojos.

He tardado varios días en apurar la reflexión como si pudiera evitar reencontrar al verde de las primeras esperanza travestido y atravesado por el verde de la hiel. Hay momentos en que los días se tornan cronómetro interminable y la desesperanza recorre distancias inmensas con  pasos minúsculos justo en ese  tiempo en el que pretendemos parar el reloj y convertir los segundos en laberintos eternos. 

Sé que nadie pudo evitar tu partida. Sé que fuiste consciente con todos los sentidos de que tu propio cuerpo transformado en enemigo golpeaba con saña desde lo más íntimo hasta lo más profundo dejando a cada hora tu campo de flores y risas convertido en tierra arrasada sin remedio. De nada sirven los lazos y la red desesperada del amor que intentan retener la sabia que el dragón arrebata cuando en tus manos aún rebrojan las hojas verdes de la primavera. El verano se agosta recién nacido, se tornan otoño todos sus amaneceres y sobre las verbenas de julio nieva sin compasion tranformando el jardín generoso en un terragal marrón y triste plagado de barro donde no es posible bailar.

Al verano le faltan tus días, tú sonrisa inmensa,  tú mirada pícara, tu pestañeo rápido  y tu amistad sincera. Transpirabas seguridad, puerto seguro, caricia cierta, honestidad sentida y valores de casa limpia recién encalada. A la calle le gusta tu cadencia al caminar, tu reflexión apurada y precisa, y sobretodo, tu risa y esas ganas contagiosas de vivir. 

El cronómetro de la esperanza se ha parado de golpe y quienes trataron de hilar una vida aunque fuera a retales para ti, hoy  atraviesan el tiempo recorriendo todos los  milímetros de la ausencia.  Despacio tu vida trenzará el remedio a tu partida y revivirán entre el recuerdo y la añoranza durante muchos días. La nostalgia de hoy  mañana se convertirá en templanza, tu cariño será medicamento y lenitivo sobre ese dolor que solo tu recuerdo tendrá el poder de calmar. 

Que la distancia no sea para ti más que espacio de retorno. Que lleguen a tu espíritu las muestras de cariño que en kilates sembraste y recogiste, que no te apague la nostalgia y que sea el hilo  fluídico que te une a la tierra un lazo y no una cuerda. No te olvides de quienes hoy no dejan de pensarte a cada instante. Que el amor tenga más poder que la muerte. Que la tierra te sea leve como leve fuiste a la vida mejorándola siempre.

 Un abrazo

La vida era mejor contigo. 


miércoles, 19 de mayo de 2021

Lili

 Lili bajó de una nube una tarde de verano y sol. Tal vez por eso era contradictoria o diversa, vaya usted a saber. Su nido se encontraba en un ático estrafalario lleno de tondos que miraban al mar y lo guarecian del cierzo. Tal vez por eso, por haber nacido en medio de las fiestas de agosto o quizá por ser la cuarta hija de unos soñadores con sombrero y paraguas Lili desarrollo muy pronto unas enormes ganas de jugar en un ambiente menos real que aquel que ofrecia la escuela. Sus pequeñas amigas la oían, porque la escuchaban poco, hablar de los gatos dibujado en su edredón y de como cada noche les abria la ventana y ellos salian a los tejados para mirar la luna, o como los pájaros de su cabeza se levantaban cada mañana y hacían nidos en las lámparas del salón.  Las amigas de Lili no podían creer que cada día viniera con un cuento diferente que nadie podia creer por eso aquel día que  Lili apareció con su pelo lleno de cintas de colores y su falda de flores contando como despertó ciega aquella mañana, como ciega se vistió y se cepillo el pelo, como llegó ciega a la escuela y atravesó el patio del colegio sin tropezar con nada y como de forma milagrosa nada más atravesar la puerta de la clase habia recuperado la vista, se enfadaron.  Quien sabe porqué, tal vez porque sus amiguitas no habían vivido nunca en un ático cercano a las nubes o porque los gatitos dibujados en sus colchas no tenían por costumbre hablarle a la luna, no la creyeron. Hartas de oir tantas historias fantásticas fueron a contarle a la maestrita que Lili no hacía caso y habia vuelto a contar cosas que nunca  habían sucedido y que no podían creer. La maestra que tampoco tenía gatos en su vida ni pájaros en su cabeza se alió con las amiguitas y nada más que Lili entraba por la puerta de la clase después del recreo comenzaron a corear:

-Mentirosa, mentirosa, mentirosa...

Lo repitieron tres veces o un múltiplo de tres, lo mismo da, el caso es que cuando Lili las oyó también las escuchó y paró en seco en la segunda baldosa que se encontraba al lado de la puerta. Una marea de mar proceloso se arremolinó en su pecho y subió a sus ojos azul amanecer. Entonces una ola comenzó a balancearse en su párpado inferior desde el lado de la nariz  al otro lado cercano a su  oreja amenazando con caer. Lili intuía que si parpadeaba lo más mínimo aquella gota se convertiria en una catarata que podría apagar la luz y el calor de su corazón. Contuvo la respiración sorbiendose los mocos, llevó sus manos al pecho y se concentró profundamente para no dejarla caer. De pronto y sin saber como llegaron  ni quién les habría avisado de que su compañera estaba en peligro la habitación de la escuela se llenó de los pájaros de su cabeza  y de los gatitos azules del edredón, de las flores de las macetas de la terraza y de las nubes que la acunaron aquel día de agosto en fiesta y todos ellos comenzaron a flotar por el aíre de la escuela. Lili  les vió llegar y les sonrió. ¿los veis? ¿Veis como es verdad lo que os cuento? ¿Veis como han venido todos? Sus pequeñas amigas no veian nada, no entendian nada e ignorandola se volvieron a sentar en sus pupitres de madera mirando las paredes blancas de la clase y la pizarra negra. Desde luego Lili no tenía remedio.  La gota de mar que amenazaba con caer fue absorvida por una nubecilla de azúcar que rozaba su mejilla. La maestra ajena a aquella fiesta mandó abrir el libro por la página treinta y cinco y los niños cantaron las tablas de multiplicar una por una hasta la hora de salir de  clase y volver a casa.

Hay quien piensa que los niños cuentan mentiras  pero  los niños no mienten, los niños inventan historias. Escucharlas es conocer su mundo interior y comprenderlos.

miércoles, 24 de marzo de 2021


 Sé que el humo me roba el silencio,

que hemos atravesado la nieve sin abrazos,

que  marzo nos regatea en corto

y que no podremos respirarnos hasta el final del verano.

Sé que tus amaneceres están llenos de sal y aguamarinas

que bebes cerveza en las terrazas del mundo

y que recorres los mares  con pies de palo.

Sé que añoras la conversación tranquila

y el sueño profundo de la infancia ida,

 que escribes largo y ries sin prisa

que buscas la piedra en pajares de arena

y que todas las agujas del mundo desean 

encontrar tus manos y brillar contigo.

Sé que llegará el día en que te reconozcas

en unos ojos que no serán los míos para 

que vuelvas de nuevo a mirate en mí.

Sé que en alguna interseccion del ángulo oscuro

nos volveremos a abrazar sin repirar

y los pañuelos blancos de la chistera negra

serán parajes de luz azul en medio de la intriga.

Y mientras todo  llega y nos alcanza

la raiz del  árbol que abrazamos tantos días

ha comenzado, por fin, a sospechar

que tal vez el fruto final de la flor sea hoy la mariposa.

Nos veremos en los bares...

 Llegará.


jueves, 4 de marzo de 2021

EE21

 A las brasas vivas de esta historia no le faltará el aliento.

Él era más elegante que su ropa. Estalló en pedazos el cristal de la ventana del salón cuando sus pies descalzos atravesaron el mosaico gris.  El cierzo de enero y la lluvia de abril lo cercaron todo como un paréntesis. Se acercó a la estufa de leña y sus  manos resplanecieron junto a la llama naranja de un fuego azul. Colocó la chaqueta raida, cuidadosamente,  sobre la silla. No había camisa que cubriera tanta cicatriz pero sonrió y desde la ventana el calor de la calle enfrió la habitación. Era azul, su mirada era el mar desde la que ella se lanzó a las rocas. No hay marea que arrastre una botella que contiene una  historia de amor encallado. Las rocas devolvieron a  sus manos lo que de ella recibieron, su vida y él la estampó de nuevo contra el mosaico gris. Estalló y sus cristales se confundieron con los vidrios mojados de la ventana.

miércoles, 10 de febrero de 2021

Diez años

Parece que la vida entera  hubira  pasado toda en los últimos diez años. Tengo la impresión de que lo     anteriores a estos fueron una mezcla de páginas mudas de calendarios vacíos se han revolcado en un cambalache de subidas y descensos de mi particular averno sin anestesia ni manta de viaje.

Las palabras me han salvado, sobretodo una, la mía, la de adentro, la prometida, la de honor. Fue el aíre que alimentaba las letras dichas y dadas el espíritu que me arrebató del  infierno y al mismo tiempo  me rescató de un cielo neutro y aburrido como el de una felicidad beata. Tanto me ha redimido leer como escribir y por una de esas casualidades de los días hoy ha regresado a mis manos una carta antigua que nunca  conoció  buzón,  se quedó escondida entre las sábanas como un naìpe marcado  en una timba de poquer ilegal.  La he leído con gusto, me he reconocido en ella viva y libre  y he sentido añoranza de mí, de aquella que dibujaba con un garabato blanco un lienzo oscuro y sembraba trigo en una tierra adusta sin labor. Apesar de las canas he vuelto a sentirme quien fuí  y he logrado quererme otra vez.

miércoles, 3 de febrero de 2021

alcance la luna

Alcancé la luna para tatuar tu nombre en su cara oculta. Lo tracé al amanecer de una noche de luna llena y siendo tu nombre tan breve  lo repetí veces infinitas de arriba abajo  y de Norte a Sur de cuadrícula en cuadrícula para lucirlo en el eter al menos una vez antes del eclipse lunar.  No podré bajarte la luna, pero te llevaré a ella para verte brillar desde aquí.

 


sábado, 16 de enero de 2021

Predes

 Hoy estalló sin ruido la esquirla de cristal clavada en su cuerpo.

La gota de agua que empapaba sus manos callosas cristalizó en el frío de enero.

Hoy ya pertenece al ayer que reverdeció como hierba fresca.

Hoy ha cruzado su piel la frontera de las tapias en que argamasabas sus días de amapola.

La semilla que será se ha desprendido de la espiga  para ser de nuevo siembra mañana.

Su espíritu, como animal abatido carente de aliento, ha pagado el peaje de vivir entregando su plata al barquero.

Hoy caen las ochenta lunas sin tierra que te vieron rodar  escaleras abajo hasta alcanzar un cielo asombroso..

Tu ternura fue en mi infancia la tarta de cumpleaños, el calor de una tarde de merienda en el patio,  la fuerza firme que sostuvo mi mano pequeña al principio de la pesadilla; el abrazo cariñoso que atravesó conmigo el desfiladero de la metralla y el regalo de Reyes en mis "abarcas desiertas".

No hay moneda que pague un desvelo cariñoso junto a la cama de un niño. 

Fuiste mi madre cuando la propia no pudo estar. Ninguna lo olvidamos.

 Ambas lo reconocemos y lo agradecemos de corazón.

Qué la tierra te sea leve, Tía Querida...


 

sábado, 2 de enero de 2021

Sembrar en tierra de nadie

Le gusta sembrar en tierra de nadie,
 porque el fruto allí no tiene dueño
No es de nadie la flor ni la escarcha,
no tienen amo la tierra y la hormiga
ni pertenencia la frontera ni el muro,

no existe jerarquia entre  el agua y la sal.

Solo el sudor tiene escrituras de propiedad... y este no es el cacique.
 Se es esclavo de las palabras huidas de los labios,
 pronunciadas
 entre los sentimientos libres y deseos blancos
  propietarios de todo el amor que cabe en un alma.
 
Le gustaba sembrar en tierra de nadie
para no sentirse dueña de nada.




Ayer

 Esconde tus manos, como si fueran garras de  usura, Esconde tu alma  como si fuera lodo feroz Oculta tus ojos, que nadie lea la vergüenza e...