jueves, 28 de octubre de 2021

Evanescente

 Evanescente, 

sin saber que atalajes la adornan

 o de qué origenes renace

 se presenta entre tules y sedas

 mientras yo la anhelaba flor de algodon.

Evanescente, 

vestida de invierno,

 con la piel herida por un aliento gélido

 a  un paso de alentar el soplo de vivir.

Evanescente,

 como una lámina acerada, elegida,

 sofisticada y exclusiva 

entre la apetencia y el empeño de anhelar,

 respirar,

 brotar al aire  mientras un escalpelo me atraviesa de parte a parte.

Vana,

 hueca,

 vacia,

 hambrienta

 asi la encontre.

 Así me dejo.

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