Tenia tantas ganas de salir corriendo de allí que cuando finalizó la clase le pedí a María que me diera de baja. Que no podia volver. En otro momento hubiera inventado cualquier excusa pero sencillamente ni se me ocurrió.
Al salir Fermín me pregunto por qué no había esperado a que todos hubieran salido para hablar con ella. Pero sencillamente no pude hacerlo. Necesitaba salir de la habitación. Me hubiera desprendido de mi misma de haber podido.
Pensaba que ya estaba preparada para advertir las crisis de verguenza y no dejarme inundar por ellas, pero creo que aún me queda lejos. Pudo sucederme en cualquier sitio.
Y hoy ando dandole vueltas. A lo que sucedió ayer y a más cosas.
Yo antes me ruborizaba de tanto en tanto. Sacaba las gafas de delante de mis ojos y las limpiaba con cuidado, parsimonia y ninguna prisa. Me operé la miopía y desaparecieron las gafas. También el rubor. No creo que esté relacionado ni que mi comentario tenga gran cosa que ver con tu post. Pero me lo has hecho recordar y discúlpame que lo deje aquí...
ResponderEliminarUn día iré a darte los besos, ¿eh? :) :)
Sparkling llevo gafas, soy miope pero no tanto como para ruborizarme;))
EliminarGracias por tu comentario.
Sigo esperando.
Tendrá que ver con la imagen que damos a los demás, con el sentido del ridículo, ..no me suele pasar la verdad, pero cfreo que en algunos aspectos a todos nos puede pasar. Lo que es una lástima es dejar el curso por eso, seguro que no eres la única ni la última que sienta eso... besos
ResponderEliminarIco, el curso además del atracón de vergüenza se me estaba atragantando. Y seguro que tampoco será la última vez que me ocurra, pero bueno.
EliminarUn beso sin rubor.
No será la luna llena.....No le des más vueltas a todas nos pasa alguna vez que otra, Lo siento pero no eres la única, Además tiene su encanto, creo yo, esa cerecilla niña.
ResponderEliminarUn beso de chupachup
Ruborizada me hallo. por lo del chupachup.
EliminarHablamos.
Un beso
Ánimo, cereza... ¿tú insuficiente, incompetente y miedosa? ¡Anda ya! Errare humanum est. Estamos para aprender y equivocarnos. Tendremos que tener una charla sobre la vergüenza y ponerla patas arriba.
ResponderEliminarUn beso.
Ay Paloma, pues si, así me sentí. Como una cria oye. Solo que ahora si quiero irme me voy y no me regaña nadie después. Que mal lo pasé !
EliminarPero ya pasó.
Esa charla para cuando?
Un beso.
Cereza, no tengas vergüenza que no aporta nada! al final es un lastre que decidimos echarnos al hombro nosotros mismos.
ResponderEliminarYo suelo conseguir ignorarla, y la mayoría de las veces es una buena decisión... aunque tengo que decir que alguna otra he hecho el ridículo. Pero en fin, todo pasa!!! Mejor arrepentirte de hacer que de no hacer, no?
Muchos besos guapa
M
Maria desde que descubrí a Brene Brown me di cuenta que mi problema era la vergüenza. Con ella se relaciona el perfeccionismo, por ejemplo.
EliminarY desde que voy conociendo más sobre el tema al menos no me ataca como antes.
Pero todo pasa, como dices. Continuaré arrepintiendome haciendo.
Un beso grande, Maria.
Anda queeeeee.....válgameeeeee....
ResponderEliminarBesos.Lenteja
joooooooo lentejilla, a ti no te pasa? claro como tienes canas, ejem.
EliminarBesos cumpleañera
Jajajajaja
EliminarUn besazo
Sabes? creo que esa verguenza tiene que ver con esas vivencias que tenemos en común tú y yo. A mí me ocurre lo de los ataques de verguenza con varias cosas, que a priori no tienen importancia. No lo había relacionado hasta que me lo comentó la psico. Al parecer es algo característico.
ResponderEliminarEn cualquier caso, ánimo Cerecilla...una clase de inglés no puede contigo!
Un abrazo.
Pues a mi me han pasado muchisimo tiempo y desde hace unos años estaban mas o menos controlados. Pero siempre queda un fleco. En fin tuvo la delicadeza de aparecer pero no molestar demasiado.
EliminarYa le he dado puerta otra vez.
Un beso
¿Vergüenza por què? Vergüenza es robar y volver al sitio.
ResponderEliminarMi madre dice que vergüenza de robar y de matar. Y en estado normal, estoy de acuerdo con ella y contigo. Pero a veces es una emoción muy cabrona.
EliminarSaludos
Cereza, yo muchas veces tengo que acordarme y repensar mi edad porque vergüenza he pasado mucha y, aunque va cediendo, paso. Por ejemplo, sieeeeempre he entrado a las clases por la puerta de atrás para que no me vean. Impuntual (llevo una vida intentando arreglarlo), s igilosa (entonces se me cae todo) y discreta hasta el punto de no más, en una ocasión y una vez sentada tras todo la yincana, la señora profesora detuvo su discurso y, dirigiéndose a mí, exclamó: "¿sabes que llegas tarde?". Quise fundirme... Pero continué asistiendo...
ResponderEliminarLaquetecuén, gracias por tu cometario. Me hace mucha ilusión verte por aquí.
EliminarVerás, mis crisis de verguenza vienen de antiguo. No me afectan tanto ahora pero a veces me inundan. Dejaron un poso que trato de limpiar y resulta dificil. No solo se trata de un momento de bloqueo, sencillamente nace en mi una sensación de incomodidad insoportable y necesito salir de ella con urgencia. La verguenza es una emoción que no me dice que "hice algo mal" si no que yo misma no soy suficiente.
Seguiré con las clases de inglés, como con las de teatro a pesar de todo, pq no puedo permitirme dejar pasar la vida sin luchar, aunque me cueste.
Un beso.