Me ve desde lejos y viene corriendo hacía donde yo estoy y yo me voy acercando acortando la distancia, despacio. Afortunada y lamentablemente no tengo necesidad de correr, no hay prisa, es domingo. Se detiene unos pocos metros antes de alcanzarme y comienza a caminar moviendo exageradamente su cintura y su cadera que aún son lineales. No hay curvas, están por venir, no tardarán aunque a ella el tiempo de la espera le resulta eterno y se desespera. No será que siempre seré una linea? Y cuando llega ni siquiera me da un beso. Ni me escucha. Solo habla de sus botas nuevas. Son rojas y tienen un poco de tacón. Hay que forzar los ojos para ver ese "tacón" de tan inexistente que es, pero..
No me notas nada? dice. Y sonrio. No te preocupes, no tardarán en salir. Ya lo están haciendo y levanta el brazo para mostrarme un poco de vello en la axila. No me lo pienso depilar hasta que todo este en su sitio! no me lo vaya a quitar y no broten las... ya sabes...
No se me cae la sonrisa de la cara mientras airea sus temores, sus hazañas, sus correrias con las amigas.
Y me causa una ternura inmensa y al mismo tiempo un poco de pena. Ternura ver que a mayo nadie le quita sus flores, y pena de su prisa. Porque adulta lo será toda su vida, pero ese tiempo maravilloso que media entre la infancia y la adolescencia temprana, es tan inocente y tan corto...
No sé, tal vez aprendemos que la vida solo nos sirve mañana y que seremos felices ese día que esta por llegar. Y mañana se convierte en hoy y volvemos a tener prisa por que llegue mañana y ...
Mientras ella espera modelar un cuerpo nuevo e imagina que libertad estrenará con él, continuamos paseando entre ensayos de mujer y saltos de niña.
martes, 5 de febrero de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Ayer
Esconde tus manos, como si fueran garras de usura, Esconde tu alma como si fuera lodo feroz Oculta tus ojos, que nadie lea la vergüenza e...
-
Hay historias y recuerdos que guardamos en el alma que no sabemos que forma tienen ni que verdad late en ellas porque no las compartimos co...
-
La mariposa se estrella una y otra vez contra el cristal. Al otro lado, la luz y las azucenas florecen tan cerca y tan lejos a la vez. Ec...
-
Nunca me pesó aquel vino que pagué y se quedó en la copa. En aquella ocasión, la verdad se reveló en el cristal más fino, en el que merecía...
A mí me resulta triste. Será que yo no quería crecer...desarrollarme fisicamente... Como bien dices, tienes toda la vida para ser adulto. Y no nos damos cuenta hasta que nos hemos instalado comodamente en estas vidas que tan poco nos gustan.
ResponderEliminarUn abrazo.
No lo he sabido contar entonces. No es triste es un poco loco querer siempre ser un tú y un paso más. ES prisa por crecer, por ser quien decide que quiere y con quien. Al menos yo tenia tantas ganas de quitarme de encima la custodia paterna y eso ha debido colorear el post.
EliminarNo querias crecer? pues mucho no es que lo hayas hecho. (;)
"Si vas a tener tiempo, hija, no te apures..." me decía mi abuela Matilde. Yo entonces conjugaba en futuro, como tu paseanta del domingo. La cuestión está en dominar todos los tiempos. Y en no dejar nunca de pasear "entre saltos de niña".
ResponderEliminarUn beso de este "ensayo de mujer".
:)
Ains, las abuelas cuanto saben! Dominar todos los tiempos no me sale demasiado bien. Cuando creo tener dominado uno ya estoy en otro y ...
EliminarUn beso, guapa.
Qué jamás pierda la ilusión.....
ResponderEliminarbesos tita cerecilla
Pepinha le voy a prohibir perderla, a ve si me hace caso. Aunque creo que lo que ahora toca es frenarla un tanto.
EliminarY tú, te parecias a Alba o eras tímida?
Un beso, caba.
Me recuerda una pequeña historia de Eduardo Galeano, en El libro de los abrazos que se titula El tiempo. Y es triste: lo que cuentas tú y lo que cuenta él.
ResponderEliminarUn beso.
Recuerdo la historia y aún así la vuelto a leer. No sé pq ha resultado este post triste, pq no era la intención. me lo tengo que hacer mirar.
EliminarEl tiempo, de Galeano es un poema, como todos sus textos.
Un beso.
A mí mi abuela siempre me decía: "disfruta, amante, disfruta, que estamos de paso, como los pajarillos"... Y entonces me hacía gracia que lo dijese y cómo lo decía. No sabía cuánta razón tenía. Por eso, ella concursa con ilusión para crecer y nosotras disfrutamos ese momento: también ella tendrá su disfrute, en otro tiempo...
ResponderEliminarComo los pajarillos, asi me gustaria ser, asi es ella.
Eliminar¿Qué sucederá que a cierta edad las abuelas resucitan y parecen estar a nuestro lado de nuevo?
Un beso. (oye lo mismo nos conocemos pronto, me gustaria.)
Se me antoja que cada vez narras mejor lo cotidiano...;o)
ResponderEliminarGracias Alson. A veces los cotidiano pide la voz.
EliminarUn beso
Jo, que sensaciones creas con lo que describes....me has dejado un regustín, que no sé si a nostalgia o a tristeza
ResponderEliminarAtaqueEscampe, me da la impresión que lo escribi desde la nostalgia, puede ser que me viera en ella.
EliminarUn besito
Esa prisa forma parte de esa edad. Quién no tuvo prisa entonces. Me ha hecho sonreír este post, que no se depila por si no le salen... jajajaja.
ResponderEliminarUn beso
Será que cuando el camino empieza todo son ganas de correr.
EliminarY también será que Alba encuentra alguna relación entre su axila y sus futuros senos, que bien pensado puede que exista.
Un beso, querida Candela.
Qué preciosidad, Cereza! La he visto y la he sentido. Qué bonita manera de mirar nos traes aquí!
ResponderEliminarUn beso
Anca, viniendo de ti no sabes que bien me sienta tu comentario.
EliminarMuchas gracias.
Un beso.