domingo, 13 de febrero de 2011

Ana



Ana tiene 47 años, no esta casada, nunca  ha tenido pareja, aunque esta enamorada de su monitor de gimnasia desde que le conoció hace años. Se le iluminan los ojitos cuando le mira, cuando le presta atención, cuando le da una caricia...
Ana es una mujer con  Síndrome Down. Hoy en día estas personas están en  peligro de extinción, hoy casi ninguna mujer da término a un embarazo cuando sabe que su niño va a nacer con una discapacidad intelectual (para mi una de las sombras más crueles de este tiempo).

Ana es la segunda hija de una familia de cinco hermanos, era alegre y muy cariñosa, como casi todas las personas Down, ella forma parte de esa minoría  que se intenta integrar en la sociedad para que forme parte de ella en igualdad de oportunidades.

Hasta hace poco tiempo se consideraba que las personas con discapacidad eran   como niños, angelizados, con comportamientos infantiles hasta en la edad madura considerando que su edad física siempre estaría relacionada con su edad mental, infantilizados aún más por la familia y con pocas oportunidades de relacionarse con otras personas ajenas al entorno más inmediato.

Pero Ana es una mujer, no es una niña, por mas que la vistan como tal, nunca ha podido elegir su ropa o si lo ha hecho sobre prendas  y accesorios que otros consideraban que eran las apropiadas para ella.

Ana tiene un sentido estético increíble, es muy creativa, suele pintar al óleo y sus creaciones son de una dulzura y un equilibrio especial, puedes mirar una de sus pinturas durante horas porque te hipnotizan. Tienen ese algo distinto que en su simplicidad conecta con la parte blanca  del alma de quien la observa.
Su discapacidad es muy leve, y siendo consciente de ello y de la imposibilidad de ser una mujer como las demás, Ana esta amargada como estaría cualquier mujer que no pueda expresar ni desarrollar sus sentimientos y sus sensaciones.
Si la sexualidad esta aún medio asimilada para la mayoría "capacitada", sigue siendo un tabú para las personas con discapacidad o para sus familias.
¿Tiene Ana derecho a enamorarse, a mantener relaciones sexuales, aspirar a compartir su vida y buscar pareja? ¿Seria el matrimonio parte de la integración y la normalización?
Cuando nos enamoramos nuestra salud mejora, nos sentimos elegidos, únicos, amados y somos muy felices, el hecho de que una parte importante de las relaciones de pareja acabe fracasando no nos impide seguir buscando pareja. Para Ana esto tan sencillo es un muro infranqueable, ella sigue mirando a su amor, quienes la ven saben que esta enamorada, pero creen que Ana no puede amar como las demás, y se equivocan, ella tiene tanta sed de afecto, de ternura y de contacto  como cualquiera de nosotras.

 Y además tiene derecho a ello.

Cuando salimos a la calle y pedimos igualdad de derechos, de oportunidades, de respeto, cuando nos visibilizamos, abrimos una luz en las conciencias que ceden un poco y flexibilizan las creencias rancias que han estado vigentes en nuestra sociedad sobre la sexualidad y la aceptación de su significado y al mismo tiempo que encendemos un luz para nosotros, también la estamos encenciendo para ellos, para los diferentes que no tienen voz.








5 comentarios:

  1. Yo si creo que Ana y otras personas como ella tienen derecho a enamorarse, casarse, vivir en pareja, tener hijos... normalizar su vida.
    Si pueden vivir con autonomía trabajando y haciéndose cargo de si mismos, ¿porqué no pueden tener todo lo demás?

    Besos

    ResponderEliminar
  2. y conocemos csos de parejas con sindrome de Down.. pero simplemente como bien dices, a la sociedad nos molesta lo diferente, lo distinto.. creo que tiene una sensibilidad agudizada para muchas temas que nosostros ni alcanzamos.. un saludo

    ResponderEliminar
  3. Pena eso sería muy bueno para algunas personas que teniendo una discapacidad leve podrian vivir con verdadera normalidad.

    Ico, es un gusto saberte por aqui.Y eso que dices ess cierto, Ana tiene una sensibilidad diferente tal vez porque su forma de percibir el mundo es más generosa, mas desde el corazón.
    Vuelve siempre que quieras.
    I

    ResponderEliminar
  4. Hola Cereza. Estoy leyendo a ratos tu magnífico blog. Esta entrada de hace un año me ha recordado una canción de Víctor Manuel, diría que mi canción preferida, "Sólo pienso en tí". Pongo el enlace a una actuación de 1983 (http://www.youtube.com/watch?v=b5sskkdQyt0&feature=related) con una curiosa nota acerca del origen de la canción. Seguiré explorando y leyendo. Un abrazo. Solo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Acabo de ver el video del que hablas, hace tiempo también me encantaba oir esa canción una y otra vez.
      Buena exploración, Solo.

      Eliminar

Ayer

 Esconde tus manos, como si fueran garras de  usura, Esconde tu alma  como si fuera lodo feroz Oculta tus ojos, que nadie lea la vergüenza e...