Despedirse de quien se ama siempre es un momento difícil y triste, pero hacerlo sin deudas le da a la despedida una paz que no alegra, pero no te deja infeliz.
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La mariposa se estrella una y otra vez contra el cristal. Al otro lado, la luz y las azucenas florecen tan cerca y tan lejos a la vez. Ec...
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Nunca me pesó aquel vino que pagué y se quedó en la copa. En aquella ocasión, la verdad se reveló en el cristal más fino, en el que merecía...
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