viernes, 30 de septiembre de 2011

¿Qué culpa tienen las sillas?

No sé que les está sucediendo a los tíos que tengo a mi alrededor, si el cambio de estación les está afectando a los nervios, o en otoño se les remueve la testosterona, porque vamos, que no es normal que a todos les haya dado por tirar las sillas y andar con un cabreo constante y agotador que ya me saca de quicio.
Desde mi sobrino Diego que tiene 20 meses y cuando no le permites que juegue con el cartón de huevos, lanza  al suelo todo lo que lleve en la mano, y vuelca su silla y le da una patada, a mi padre que ese hace lo mismo y por lo mismo pero no tiene la excusa de tener 20 meses sino 200 años.
Pero la sorpresa grande me la lleve con Nico.
Y explico, Nico es uno de mis sobrinos de corazón (como no tengo hijos, tengo una manada entre sobrinos de ADN común y de corazón) y es junto a su hermana Alba de los mayores, él tiene 14 años y ella 11. Y si algún varón ha sentido por mi adoración, ha sido él. Ha vivido conmigo mucho tiempo y claro a caido ante mis encantos desde que tenia meses. Alba me quiere tanto como él y suelen disputarme, y absorverme en cuanto me ven llegar.
El sábado pasado cenamos fuera, unas diez personas entre grandes y pequeños y como siempre me guardaron un sitio a su lado, esta vez no en medio de los dos, que ya les he prohibido que hagan eso, porque me marean y estaban los dos junto a mi  pero en un lateral.
El sábado Nico estaba muy absorvente y Alba no pudo hablar conmigo en toda la noche, pero aprovechando una salida de su hermano al bar de al lado a jugar con su primo, ocupo la silla que había dejado vacía y comenzamos hablar.
No le vimos llegar, fue un relámpago, llegó por detrás y volcó la silla con su hermana en ella y la tiró al suelo.
Nunca ha sido violento, es más es un tipo agradable, muy creativo y sumamente educado. Jamás habrá visto un comportamiento parecido ni de lejos entre sus padres. Supongo que fue un impulso y no pudo tolerar ver a su hermana en su sitio.
Tratar de hacerle entender que lo que había hecho estaba más que fatal no fue fácil, y estuvo con morro todo el fin de semana.
Cree que su hermana le quita protagonismo y que solo estaba defendiendo su posición en la mesa.
Aquello dió ocasión de debate entre nosotros por el comportamiento de Nico y los chicos casi le defendian diciendo que es agresividad masculina, pero naturalmente que aquello no era agresividad sino violencia.
Me pregunto si en vez de ser su hermana hubiera sido su primo (de la misma edad que Alba) hubiera actuado de la misma manera.
Lo que me encantó fue como su madre explicó la diferencia entre agresividad y violencia.


"Si alguien viene a matarme y yo defendiéndome lo mato, eso es apenas agresividad, pero si yo beso a alguien en contra de su voluntad, eso es violencia"

Trabajar la rabia y tolerar la fustración es imprescindible para evitar comportamientos violentos.
Nico no odia a su hermana, solo sintió mucha rabia que no supo gestionar y vivimos en un mundo donde se banaliza la violencia de tanto verla en lata.

Recuerdo que cuando fui a ver la película "La pasión de Cristo" de Mel Gibson salí del cine con el estomago revuelto como mucha gente y pensé, que lo único bueno de la película había sido mostrar la violencia tal y como es, como algo asqueroso y deplorable.

Los padres de Nico andan muy preocupados con él y con la niña por otros motivos, dice Alba madre que era más feliz cuando eran más chicos, que la edad del pavo le va traer muchos problemas, y me temo que tiene razón.

5 comentarios:

  1. Cereza...para mí la agresividad es la antesala de la violencia y no soporto ninguna de las dos.
    Quizá la agresividad puedas reconducirla y re educarla pero creo que cuesta mucho esfuerzo por parte de quien enseña y fuerza de voluntad y amplitud de mente de quien lo aprende.

    Así, sobre la marcha se me ocurre algo...el colmo de la discriminación femenina es que nosotras, antes de que nos baje la regla, estamos a merced de las jodidas hormonas y tenemos que aguantar comentarios de todo tipo. En cambio los tíos son incapaces de aceptar que sus reacciones vienen muy motivadas por su hormonas.

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  2. ...también he visto a chicas (niñas) ejercer la agresividad, la violencia y el abuso. Recuerdo a una que daba unos "Barbierellazos" con la muñeca que lo de tu sobrino queda en un gesto feo de desmesura.

    Desmesura, para mí que aquí está la cosa. A veces no ajustamos ni las palabras ni los gestos al contexto... ni siquiera cuando discutimos sostenemos la relación.

    El mundo interno de un chico de 14 años es, de por sí, bastante convulso y luego está la violencia en lata. Cuando tira a su hermana al suelo "solo" está tirando a su hermana al suelo, no está tirando a una mujer ni a todas las mujeres. Y por supuesto, no es correcto y hay que advertirle. Y recordarle que él, seguramente, tiene otros recursos para resolver las cosas.

    Si fuera violencia... habrá que acompañarle a salir de ahí.

    (jó, me salió un discurso. Ups!)

    Besos.

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  3. Sabes Chris, creo que entre agresividad y violencia ha basicamente una diferencia, la primera es imprescindible para vivir y crecer, como energia que nos defiende del abuso, de la invasión externa, aunque venga a veces con gritos.
    La violencia es la invasión y el dominio al otro, la falta de respeto a lo que quiere, aunque llegue con palabras dulces.
    Al menos esto entendí cuando me lo explicaron.
    Un beso

    Morgana, no te ha salido un discurso, y si has abierto una ventanita que no habia considerado.
    Gracias, wapa.

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  4. Cereza...quién te dio esa explicación? Es curiosidad porque no estoy de acuerdo que haya que tener una actitud agresiva para vivir y crecer. Estoy contigo en que hay que defenderse del abuso, sólo faltaría. Pero de ahí a hacerlo de forma agresiva...es realmente necesario?

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  5. Chris, no quería confundir agresión con agresividad. Hablo de esta última en su forma positiva, como la energia que se manifiesta ante los abusos y nos despierta ante las invasiones externas y que naturalmente necesita ser educada.
    A veces llego a perder los nervios ante conductas muy controladoras o manipuladoras, y alguna vez levanto la voz, no en muchas ocasiones, pero alguna vez y no por ello me considero una persona violenta.
    En cambio se puede ser sumamente dulce y controlar y manipular invadiendo la el terreno ajeno sin despeinarse, a eso yo al menos, le llamo violencia, soterrada y sutil.
    Naturalmente que no creo que sea necearia la agresión para vivir y crecer

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