viernes, 20 de octubre de 2017

No me lo digas...!

En jarras, con la cabeza inclinada hacia un lado y los ojos muy abiertos Laura sin irse por las ramas lo ha disparado directa al asunto:
-¡¿Te han despedido?!
-Bueno, para ser más exactas se ha terminado mi contrato.
-Pero, ¿te han despedido?
-Técnicamente, no. Pero no tengo trabajo.
Y con toda la indignación mezclada con preocupación que le cabe en el cuerpo, me ha preguntado que de qué voy a vivir ahora.

-Pues no lo sé todavía. Tendré que volver a buscar trabajo.

-No te preocupes, tengo un idea. Podrías venir a dar clases a mi escuela.

-Ay, si es que para eso hace falta un papel que te dan en la universidad...

Me ha mirado de arriba abajo y lo ha comprendido todo en un instante.

Como es muy teatrera, se ha llevado la mano a la frente y se ha lanzado al sofá.

-No me lo digas. ¡¡No fuiste a la universidad!!

-No.

Como se da cuenta de que estoy desconsolada, me siento desamparada y estoy muy triste ha concluido diciendo:

-No te preocupes, Cere, te puedes venir a vivir conmigo y seremos muy felices.

Es lo que tiene tener cinco años que imposible no es nada.

3 comentarios:

  1. Bendita (y deseada) inocencia.
    Pd: Mucho ánimo Y nada de desconsuelo, suerte en la búsqueda..otra puerta se abrirá.. seguro
    Besos
    NOOR

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  2. A mi es que Laura me cae muy bien. Es una insurgente. Una insurgente que cuando se tira hacia atrás siempre procura que haya un sofá. O tus brazos.
    Besos, P. Y por cierto, tienes tal calidad de trato que enseguida llegará otro con-trato.
    :)

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  3. Es ciero, la inocencia salva todo.
    Un abrazo.

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