Hay días en que sin saber por qué sin calendarios mayas o aztecas que lo señalen, sin que los telediarios lo anuncien con varias semanas de antelación o sin que haya una mención en la radio o en los periodicos sean digitales o de papel, tu mundo, el propio no el de cualquiera o el de todos, aunque todos seamos parte del mismo y el mismo parte nuestra, pero me quiero referir al mundo de adentro, el que solo yo creo ver o trato de iluminar para que no me sorprenda de pronto y me percate de que quien habita en mi piel no soy yo; ese que creo construir desde hace tiempo basandolo en un modelo que me dieron de chiquita y que cada día se parece menos a aquella silueta y del que cada momento de lucidez y consciencia propia me doy más cuenta de que no se trata de repetir y calcar y si de descubrir. construir y pulir, ese que esa que soy entre paisajes interiores, entre luces y sombras en el iceberg desconocido, aunque cada vez un poco menos desconocido, ese mundo se cae del espacio.
Hay dias en que la esperanza se me diluye entre los dedos en azules y amarillos y los dejo perder.
Pero hoy en este baile de números pares e impares, en esa señal de término y contrariamente a lo que me dictaría el miedo, voy a dejarla como fecha final para el recuerdo negativo repetido pero no digerido, a darle sentido a repetir memorias antiguas activas y adictivas de tan recordadas, a regodearme en la cultura primitiva y oscura que alienta a más sufrir para más parecer que no merecer. Voy a ponerle final a ese dejar perder los colores y pienso disfrutar intensamente del azul y del amarillo, tanto por separado como mezclados y respirando en verde.
Voy a dar comienzo a la era de la palabra gratitud. Gratitud que me sintoniza con una sensación a sol, a luz, a cielo y a espacio abierto.
Gratitud viene del latín, gratia que significa literalmente gracias o gratus que se traduce por agradable. Por extensión, significa reconocimiento agradable por todo lo que se recibe o le es concedido. Pues hoy será el momento ideal para comenzar a dar ese reconocimiento agradable a la vida por absolutamente todo lo que me ha regalado. Por la luz, por las sombras, por la alegria, por la tristeza, por la confianza, por la desconfianza, por la lealtad, por la traición, por los gozos, por las decepciones y sobre todo, sobre todo por los besos. Por todos los besos, de todos los tamaños y todos los colores del arco iris. Desde el primero y hasta el último. Ese que vino precedido por una canción que tarareaba un chico de barba y pelo largo por una plaza preciosa de un pueblo pequeño y que siempre creí que era un poema de Alfonsina Storni, que cantó Mercedes Sosa y que daba gracias a la vida.
viernes, 21 de diciembre de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
La madalena de Proust: una percepción evoca un recuerdo intensamente
A veces, cuando el duelo termina, cuando se acepta la pérdida y la alquimia del tiempo transforma la ausencia en nostalgia, el recuerdo s...
-
Las mujeres han existido desde siempre, como las vasijas y el ajuar; un poco menos que los árboles y las gallinas y un poco más que las es...
-
"Sentí un estremecimiento en el estomago, quede trémula, me desoriente con las palabras, la respiración se torno jadeante, el corazón s...
-
Hay un par blogs que desde que los descubrí mi encantaron. Siempre espero que llegue el domingo para poder ver las actualizaciones semanal...
Precioso cereza, este es el verdadero cambio del que hablaban los mayas y que haces tú voluntaria y conscientemente; un cambio de consciencia. Un trascender hacia otro plano. Me gusta eso de la gratitud, yo también estoy pensando en esos términos y en escribir al respecto en mi blog... aunque dudo que me quede tan lindo como a tí
ResponderEliminarbesitos
Trascender, dar un paso hacía otra forma de entender y hacer vida nueva. Y dar gracias, dejando de permanecer fijas en lo que ya no ayuda y lastra.
EliminarGracias Luz.
Si cada persona de un pueblecito arregla su casa, repara lo que se rompe, pinta la fachada, barre la puerta, riega sus plantas, distribuye alegría y amor... (etc), el pueblecito entero estará precioso. Seguro que, como dice Luz, tenemos que empezar individualmente desde dentro para que ese gran cambio global pueda producirse. Felices cambios.
ResponderEliminarUn beso
De Luna, tan fácil como lo cuentas. Cada cual en su párcela, y no cargando a otros para dejar lo que nos toca. Conoces el cuento de aquel rey que pidio a sus subditos que llevaran un litro de su mejor vino para el tonel comunitario?
EliminarUn besito
No, no lo conozco. Voy a ver si lo encuentro, y si no ¿me lo cuentas tú "por encimilla"? :)
EliminarUn besote
Lo encontré! Vaya fiasco :( Humanos todos.
EliminarEspero que en ese cambio de Luz sigamos contando tus bloggeramigas.
ResponderEliminarbesos
Pepinha en ese cambio tú también tienes parte. Cuenta como cuento contigo.
EliminarUn beso
Un brindis por la fecha final para el recuerdo negativo repetido pero no digerido,
ResponderEliminarChin chin. Salud!!
EliminarFelices fiestas, AtaqueEscampe
Ser conscientes, hacernos conscientes de lo bueno que nos regala la vida cada día. Ser capaces de poner el acento en esas cosas, por pequeñas que sean...Y dar gracias, como tú haces.
ResponderEliminarTan complicado y sencillo a la vez...el día que soy capaz de hacerlo me siento feliz. Ojalá el nuevo año esté lleno de personas conscientes de las pequeñas maravillas. Un post precioso Cerecilla.
Un abrazo.
Chris, ojalá que tengamos esa chispa de lucidez que nos permita ser conscientes de nuestra posibilidades.
EliminarUn besito.