Después de una noche eterna, al amanecer pudo por fin descansar un
poco. Desde la tarde anterior una fuente de agua manaba de su pecho y lo empapaba todo. Cambié su ropa y me recosté a su lado. Le tendí mi mano y le dije que si me dormía y no la escuchaba la apretara para despertarme.
Yo dormía como las liebres con un ojo abierto y otro cerrado mientras encogia el alma entre las costillas.
En un momento en que pude cerrar los ojos, ella, en medio de su afonía ,
pronunció con voz queda un "corazón" y yo me levanté como un resorte
para ayudarla.
¿Qué te pasa?- pregunté llena de prisa.
- ¿Te duele? ¿Tienes palpitaciones?¿Notas el corazón?
Y ella me miró con sorpresa porque yo no entendía lo que quería decirme:
No - me dijo-, no me duele. No es eso. Está tranquilo. He dicho "corazón" para nombrarte porque tú eres mi corazón. y me miró con aquellos ojos llenos de ternura que tanto echo de menos. Han pasado seis años pero aún "yerbe el mosto el jaraiz".
Y hoy que es el día de las madres soy yo quien pronuncia con orgullo la palabra "corazón" para felicitarte a ti y otra de las madres queridas que me dejaste en prestamo y hoy regresa contigo.A todas las madres, abuelas y tias del mundo pero especialmente para vosotras, Ángela y MariFe, muchas felicidades allá donde estéis.
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