lunes, 29 de enero de 2018

Primum non nocere

Primum non nocere se trata de un principio ético aplicada al campo de la medicina. Lo primero, no hacer daño. Puede parecer un tanto contradictorio si pensamos que buena parte de las herramientas que se utilizan para recuperar la salud son cortantes y afiladas como un bisturí y cualquiera que haya contemplado el instrumental quirúrgico y de exploración levantará las cejas con extrañeza.

A veces hay que hacer daño. Para curar, para extraer un cuerpo extraño en otro cuerpo o  cuando los tejidos se han necrosado y la piel ya no es piel sino escara.

También en la vida cotidiana existen ocasiones en las que no hay más remedio que hacer daño, pero con el principio de dañar lo menos.
Es fácil de entender. En ambiente aséptico  una incisión limpia con la longitud y la profundidad justa del pulso firme de quien quiere sanar y no herir. Esas  heridas no suelen infectarse, son cuidadas y medidas. No hay ensañamiento ni dolo y la piel cicatriza por primera intención de manera natural. Pasado algún tiempo será difícil encontrar la marca porque estará olvidada. No restaña en la tormenta ni en vendaval.

Sin embargo, cuando la herida no es una incisión limpia sino un desgarro, es imposible evitar la infección. Los tejidos dilacerados e irregulares necesitan mucho tiempo y cuidados mas costosos. Para  coser un desgarro es necesario hilo de  bramante que restañará en cada ocasión, como si la cicatriz, la memoria del cuerpo quisiera recordar que aquel dolor puede volver. Y volverá. Pero el tiempo trabaja cada día...

En los días ríspidos del invierno, será indispensable recurrir a las provisiones almacenadas en lo íntimo, en las cosechas de los días de equilibrio y abundancia. En estos días, por supuesto que no  nos será prohibido llorar. A pesar de ello, cuando el  fracaso nos alcanza  si  nuestas manos están limpias ya estaremos  medio consolados.
Cuando el alma se recomponga, cuando un viento fresco de la mañana nos despierte, será posible proseguir adelante con serenidad y buen ánimo.
Todo llegará...
A su tiempo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ayer

 Esconde tus manos, como si fueran garras de  usura, Esconde tu alma  como si fuera lodo feroz Oculta tus ojos, que nadie lea la vergüenza e...