miércoles, 12 de febrero de 2014

Somos palabras

La vida no es más que una larga conversación a varios labios. Una conversación repleta de palabras  que cobra sentido en los espacios, entre los silencios que la conforman, que la tallan, que la esculpen, que la respiran. A veces esa conversación se embrolla, se agrieta, se desluce y nos desescribimos en minúsculas y entre paréntesis hasta recargarla  de sentido o de mentiras. Palabras que se pronuncian a gritos mudos y secos, entre susurros, en tonos húmedos de alta y de baja voz que toman cuerpo y sentido en la espera, en la escucha, en una danza libre boca-oreja.
 La vida no es más que un largo soliloquio con quien se ama, se odia o se teme; una conversación de gestos, mímicas y lenguas varias; un diálogo de sordos la mayor parte del tiempo y si acaso hubiera o hubiese suerte y el viento soplará o soplase a favor, un recital de poesía a dos voces, a un tiempo y a un aliento.
 Eso si  alguna vez hay favor, viento y poemas que navegar.
Parece difícil. Pero a veces pasa.


6 comentarios:

  1. Somos palabras, las que decimos y las que no también. Me gustó mucho el post. Un beso

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    1. Ay, Fiorella, las que no decimos que dicen tanto...
      Cuánto tiempo sin sabernos! Me alegras el día...
      :)))

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  2. palabras mal o bien colocadas, pero palabras.

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    1. Palabras como la fabula de Esopo, aquel cocinero al que le pidieron lo mejor del mercado y ...

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  3. Lo malo es que nadie te entienda cuando hables.

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