miércoles, 21 de diciembre de 2011

Lluvia de gatos

Llevo mucho tiempo sin actualizar, no he tenido ni tiempo ni ganas de hacerlo. Pero sigue siendo mi blog y lo visito con frecuencia, más que nada para ver como se mueve la barra lateral y las personas siguen vivas y cuentan sus historias.
Desde el punto y coma hasta ahora no me han pasado cosas muy divertidas que contar y las tristes no las puedo ni quiero recordar, pero me apetece contar que hace poco sufrí una lluvia de gatos que a poco pone fin a mis lindos ojos verdes, (si, son verdes) y me restaura el cutis.

Estaba en la leñera, parada esperando que mi memoria se dignara aparecer para decirme que estaba haciendo allí, puede que a cualquiera le parezca fácil averiguar que se busca en el rincón de la leña, pero mi cerebro a ratos se desconecta de mi. Pues en esas andaba cuando desde el tejado oigo trotar al séptimo de caballería y me asusto. Me retiro un paso, miro hacia arriba y por arte de magia y de los gatos gamberros que lo perseguían, veo caer un gato de por lo menos 40 kilos. Entonces me sentí como Piolín y me dije aquello de "creo que vi caer del cielo a un lindo gatito"
Agggg el gato no cayó sobre mi por el paso que retrocedí a tiempo lo que me hace seguir creyendo que dios existe.
El pobre cae como caen todos los gatos, panza arriba y me mira horrorizado, claro que no me había peinado aún y no es para menos, pero guapo podías haber disimulado un poco que me vas a deprimir, (bueno lo mismo no me miraba así por ver mis rizos despeinados) y se lanza en dirección norte mientras yo huyo en dirección sur. Asustados estábamos los dos, mientras el gato raspilla se partía las costillas de la risa.

El gatazo que cayó descuenta una vida de siete, pero a mi a poco no me quedó ninguna, solo imaginar que me hubiera caído encima tiene el efecto clic, clic, clic en mis rodillas otra vez.

De como sacamos al gato de la leñera y la manía que me tiene desde entonces, lo contaré en otro post si es que alguien se digna a leer este.

10 comentarios:

  1. bueno, venga la segunda parte... pero una cosita: los gatos solamente caen panza arriba si la distancia de la que caen es muy corta o su caída es muy descontrolada de tal manera que no tienen tiempo de poner en funcionamiento su mecanismo de caída segura... pobre michito :(

    ResponderEliminar
  2. Ays Cereza...me temoq eu ya no te podré invitar a tomar un café en mi casa. Mis gatas andan todo el día saltando de un lado a otro y estarías de los nervios.

    40 kilos de gato???? Seguro que no era un borrico? Madre mía, que bien alimentados los tenéis por tu pueblo....oye!! me gusta el nuevo diseño!

    ResponderEliminar
  3. Por qué no salió mi comentario que fue el primero??? Estos cacharros locos :)

    Me he divertido mucho con el post imaginando la escena de cada uno huyendo para un lado muertos de miedo. Cuéntanos la segunda parte si los personajes permanecen ilesos. Un beso!!

    ResponderEliminar
  4. *Pena, lo cierto es que el gato cayo de patas, intentaba yo darle un tono graciosístico al decir que cayo panza arriba. De todos modos se hizo daño en un patita, pero nada serio.
    Besos, guapa.

    *chris, no me invites a tomar café a tu casa si eso ya te invitaré yo a la mia un día de estos. Aquí los gatos son menos saltimbanquis, porque imagina si con ese peso se pusieran a saltar sin parar!! destrozarian lo que pillaran.
    No creas que parecen borricos los gatos de mi pueblo, que los hay (borricos) mucho mas escualidos que algunos mininos, jejeje.
    Besos

    *sorella, el pobre gato se llevo más susto que yo, porque no sabes muy bien que pinta tengo cuando no he pasado por chapa y pintura, es pa detenerme y no dejarme salir.
    Contaré, contaré con que paciencia infinita me ayudo el gatito a salir de la leñera, mientras me hablaba para tranquilizarme.
    Un beso grande.

    ResponderEliminar
  5. Eso de encontrarse en un lugar y no saber qué iba a buscar me suele sucedeer cada vez con más frecuencia.. o es la edad o no sé será el estres.. por suerte no fue nada un susto y un

    ResponderEliminar
  6. Ays, me voy a contener. Sólo voy a decir que sigo pensando que los gatos no son muy saludable para la salud...Aún así, 40 kilos de gato, es demasiado gato, no?? Bueno, me alegro de que esos lindos ojos estén sanos y salvos!! :-)

    Un abrazo grande y felices fiestas de nuevo!! Besos

    ResponderEliminar
  7. Menos mal que no se te cayó encima y que tampoco le pasó nada el minino. FELIZ NAVIDAD!!. Un beso.

    ResponderEliminar
  8. jajaja 40 kg de gato?? diosmio, claro que te asustaste, es un gato mutante!! tú descuenta media, por el susto...:)
    un beso

    ResponderEliminar
  9. "efecto clic clic" jajajaaaaaaaaaaa se perfectamente a qué te refieres, jajajajaaaa

    (ya puedes borrar la gaceta y devengo bloguera de tu barra lateral... tengo nuevo blog!)

    ResponderEliminar
  10. Pero... Yo había dejado un comentario aquí, hace tiempo... ¿¿¿Por qué no está???? ya ni me acuerdo de lo que te decía, pero imagina lo que me pudo divertir a mí una lluvia de gatos. De gatos nada menos!
    Un beso

    ResponderEliminar

Ayer

 Esconde tus manos, como si fueran garras de  usura, Esconde tu alma  como si fuera lodo feroz Oculta tus ojos, que nadie lea la vergüenza e...