lunes, 30 de marzo de 2020

Nunca choveu que non escampara...

En estos días difíciles de pérdidas y calles vacías las paredes y los muros de las casas no son suficientes para separarnos, nos une hoy la necesidad de estar juntos, unidos o no. Pasamos unos de otros a la distancia prudente de un par de metros y sin embargo, siento que estamos más cerca  justo cuando el peligro de rozarnos significa pena de muerte.  Todo el espacio que  nos intermedia no es distancia sino prudenica,  un puente solidario y fraterno que nos acerca en el dolor y en la lucha callada frente a esta realidad sin maquillaje que nos desgarra por dentro. Retrocederemos en el tiempo y en las libertades que ofrecemos como prueba de solidaridad y tabla de salvación. Nunca estuvimos liberados de la muerte y nunca  presentimos la vida como ahora. Tiempo vendrá para arremangarse y poner en orden el caos de hoy. El enemigo no es un león aunque sea una fiera. El veneno viene en dosis pequeñas pero no mínimas. La carga no es la de las bayonetas sino la del acúmulo de mimiedades multiplicado en los cuerpos. En estos momentos nuestra libertad es la obediencia. 

 Todo esto pasará. 

Si pasa lo bueno, no puede ser de otra manera...


1 comentario:

  1. Me gustan tus palabras. Y sí, no puede ser de otra manera.

    Besos y cuídate. Yo lo hago.

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