Te quise como la tierra quieta ama
al árbol que mece sus hojas vestido de
verano.
Te quise como la palabra profunda ama
la cuerda que la tañe desde el centro del habla.
Te quise como la niña chica ama la mano que
la acompaña a buscar manzanas.
Te quise como el alma ajena a las prisa
del tiempo, acaricia lo eterno.
Te quise como se quiere cuando se ama
sin querer,
sin magias ni causas,
sin hilos,
sin doblez y sin esperanza.
Te quise mucho.
Fue para nada.
lunes, 4 de junio de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Ayer
Esconde tus manos, como si fueran garras de usura, Esconde tu alma como si fuera lodo feroz Oculta tus ojos, que nadie lea la vergüenza e...
-
Hay historias y recuerdos que guardamos en el alma que no sabemos que forma tienen ni que verdad late en ellas porque no las compartimos co...
-
La mariposa se estrella una y otra vez contra el cristal. Al otro lado, la luz y las azucenas florecen tan cerca y tan lejos a la vez. Ec...
-
Nunca me pesó aquel vino que pagué y se quedó en la copa. En aquella ocasión, la verdad se reveló en el cristal más fino, en el que merecía...
No hay comentarios:
Publicar un comentario