Mujer de letras, no de palabra.
Un Sí que es No.
Celeiro repleto de un trigo hambriento.
Fuego de humo sin llama.
Olor a desamor quemado entre papeles de satén.
Cenizas, aún calientes, contenedoras de
madera mojada y brasa fría
sin una ni otra.
El triste aliento que mantiene
viva la luz del hogar mezquino,
mientra consume su óleo,
no resplandece ni aviva;
amortece y agrisa.
Niebla, nubes de humo y humo.
Remiendos viejos en paños nuevos.
La ceniza será fría
savia nutricia de maderas nuevas,
reverdecerá el campo
y nuestro amor perdido será
tallo nuevo y flor de fruto
de otros cuerpos y días otros.
Nosotras no lo veremos...
jueves, 22 de marzo de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
La madalena de Proust: una percepción evoca un recuerdo intensamente
A veces, cuando el duelo termina, cuando se acepta la pérdida y la alquimia del tiempo transforma la ausencia en nostalgia, el recuerdo s...
-
Las mujeres han existido desde siempre, como las vasijas y el ajuar; un poco menos que los árboles y las gallinas y un poco más que las es...
-
Hay imagenes que se graban especialmente en la memoria y se graban tan bien que sorprende. El recuerdo de esta historia vista en 1989 esta...
-
"Sentí un estremecimiento en el estomago, quede trémula, me desoriente con las palabras, la respiración se torno jadeante, el corazón s...
No hay comentarios:
Publicar un comentario