viernes, 17 de mayo de 2013

-ir.

 Cada vez que salía de casa mi madre solía interrogarme: ¿dónde vas? y yo solía responder siempre lo mismo: "por ahí". "Ten cuidado" no importaba el número de  veces que lo hubiera hecho ya en el día. Si. disfrutaré lo que pueda respondía yo  cerrando la puerta tras de mí. Se convirtió en un ritual. Si alguna vez no preguntaba nada yo volvía y  regañaba: Pero es que no vas a preguntarme donde voy? Es por que ya no te importa  con quien vaya? O tal vez  confías en mí?

Me gustan mis rutinas, no me aburren y  no matan el afecto como dicen. Al amor no lo mata la rutina de la vida sino la rutina del corazón, la pérdida de la gentileza, del cuidado,  de la alegría de estar juntos, pero no los hábitos diarios.

A mi me gustaba nada darle darle explicaciones a mi madre sobre donde iba o con quien. Era muy capaz de alejar a mis amig@s si no le parecían correctos.  También puede ser que supiera mejor que yo de mi magnetismo especial para encontrar "joyas" y que lo único que pretendiera fuera evitarme problemas y desilusiones. Pero eso por más que ella quisiera evitarlo, llega y viene de serie con la carcasa. Mejor, enseñarme a elegir mejor.

He estado "por ahí" como de feria, desde tiempo atrás e incluyendo la primavera.

No he pasado por un carrusel de emociones. Ninguna montaña rusa. Ha ocurrido tal y como me gusta conducir. He pasado desde el punto muerto a la aceleración suave, la velocidad de crucero y vuelta a la desaceleración. No me he parado, pero tengo la sensación de que llegaré a la de señal stop sin necesidad de pisar el freno.
Soy una conductora prudente. Llevo la velocidad que la carretera me pide. A veces, con trafico intenso corro más despacio. A ratos, con el horizonte limpio un poco más ligera. Aún así no sé conducir a más de 110 Km por hora. Es mi velocidad. Soy lenta. Pero también soy valiente.
Me gusta preparar el viaje con tiempo suficiente. Llegar unos minutos antes de la hora. Me gusta esperar un poquito.  ¿Habrá una sensación más maravillosa que esa? Esperar sabiendo de su llegada e intuirle un minuto antes porque el corazón  ve y avisa percusionando el pecho. Siempre va por delante el tiempo justo.  Cuando la cabeza intenta razonar, él sufre como un condenado.  De tal modo sufre que ha inventado un ritual.
¿Dónde vas? pregunta el pensamiento. "Por ahí", responde él.




18 comentarios:

  1. Me ha encantado esa comparacion del amor con la velocidad.. perooo nunca llegues a un stop y pares el motor, siempre a relenti, observar decidir y volver a acelerar.. eso si a la velocidad adecuada y con todos los sentidos!!
    Un beso a relenti!!

    ResponderEliminar
  2. Respuestas
    1. Gracias, emejota. Un beso para ti y para tus chicas.

      Eliminar
  3. ¿...Estás hablando de ti o de mí???????????? Ahh, no, porque yo no conduzco...pero no importa, en la vida me muevo como tú conduces por tu particular carretera.

    Un beso miope.

    PD.-Mi madre siempre ha catalogado (¿cariñosamente?) a mis amigos de "pandilla basura". Hay que jod****

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No conduces? pero sabrás darle a la bici? Me gusta conducir pero ir en bici, sin manos, sin frenos y sin paragolpes me flipa.

      Cuando te parezca bien yo te enseño a conducir y tu me enseñas hacer videocuentos? vale?
      Un beso,

      Eliminar
  4. Vaya guiada por el corazón....
    suerte en los viajes cereza.UN BESO

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya sabes, vamos donde el corazón nos lleva.
      Gracias Pepa cabaretera.

      Eliminar
  5. Mi madre distingue entre amigas y amigotas... amigas hetero, amigotas lesbianillas... ya ves... y ella me preguntaba... vas con amigas o amigotas?

    Me ha encantado tu post Cerecilla! Yo soy de las que me acelero con facilidad. Tengo mucho que aprender de las "lentas" como tú.

    Un abrazo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi madre no paraba de preguntarme ¿con quien vas? ¿a donde? y otras preguntas tramposas todas que yo me saltaba con un: con gente, por ahi.
      Ninguna de mis amigas le caia bien. Y sospechaba que yo tampoco. :)

      Para disfrutar mejor sin prisas, mejor sin miedo.
      Un beso

      Eliminar
  6. Las dos veces que he corrido, me he estrellado. Con eso te digo todo, je.
    Besos. Lenteja
    (Mi nombre lo dice todo, metafórica amiga )

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amiga lentulilla, buena suerte para la próxima vez.

      Eliminar
  7. Conducir es me encanta y hace años que no tengo coche, pero cada cierto tiempo tomo mi antiguo coche. Conducir no será igual después de este post. Bravisima!

    ResponderEliminar
  8. A mi en vez de decirme " cuídate" me decía " a qué hora vas a venir" y claro me obligaba a mentirle, porque sabía cuando salía pero no cuando entraba. Me gusta correr, disfruto con la velocidad, aunque se pueda poco porque las carreteras siempre se acaban.. distintos emociones iguales placeres..
    besos

    ResponderEliminar
  9. Mejor la suave sensación de libertad controlada...
    (Me gusta el colorido)

    ResponderEliminar
  10. La velocidad es cuestión de gustos. Son maneras diferentes de disfrutar las sensaciones. La cuestión es "ir". A ser posible "por ahí".

    ResponderEliminar
  11. curioso, mi respuesta era la misma. "he estado por ahí". A esto mi madre respondía con tono inquisidor y con la impotencia de no conseguir información "por ahí andan los perros" y con ello se zanjaba el tema.

    jajaja ..Buena entrada....

    ResponderEliminar

La madalena de Proust: una percepción evoca un recuerdo intensamente

 A veces, cuando el duelo termina, cuando se acepta la pérdida y la alquimia del tiempo transforma la ausencia en nostalgia,  el recuerdo s...