miércoles, 6 de marzo de 2019

Antropónimos vs. topónimos

-Tita Pi, qué estás leyendo?

- Hola, Laura. Estoy tratando de leer una obra de un escritor muy famoso. Se llamaba Becquer y le gustaban mucho las golondrinas.

-¿Fritas?

-¡Que va, si era vegetariano!

- Menos mal...

-¿Es famoso ese escritor?

-Sí, mucho. Ya lo conocerás.

-¿Podremos saludarlo como a Julio?

-No, me temo que a este no podrás saludarlo, porque murió hace mucho tiempo.

- ¿¿Estaaaás leyeeendo cooosas de mueeeertooos...?

-Vaya, dicho así suena un poco ambiguo y suena realmente mal... Era un tipo estupendo, te gustará. Verás, tenía un nombre un poco romántico, se llamaba Gustavo Adolfo.

- ¿Qué dices? Así se llaman los gemelos de mi clase: Gustavo y Adolfo.
¿¿Llevan el nombre de un muerto!!

-¡Y dale! ¡Eres una teatrera...! Llevan el nombre de un escritor, que este muerto no es importante.  No pasa nada, tal vez a sus padres les gustaban las rimas o las leyendas, vete tu a saber.

Cuando tengas que ponerle nombre a tus hijos te darás cuenta de lo difícil que puede llegar a ser, y  de cuantas personas te caen mal. Se comienza a barajar nombres y todos acaban relacionados con algún "espectro".

Tal vez fue eso lo que les ocurrió a los primos cuando seleccionaban el nombre de los chicos  y por eso eligieron nombres de ciudad.

-¿Y cómo se llaman esos primos?

-Israel y Jerusalen.

 -Huy, pues menos mal que no fueron chicas, porque les hubieran llamado... Sodoma y Gomorra .- dijó su hermano que al parecer pasaba por allí...

:)





2 comentarios:

  1. Señora cereza...se ha lucido...me he reido un monton y no sabe usted como necesito ultimamente reirme. Gracias y un saludito

    ResponderEliminar

Ayer

 Esconde tus manos, como si fueran garras de  usura, Esconde tu alma  como si fuera lodo feroz Oculta tus ojos, que nadie lea la vergüenza e...