miércoles, 12 de septiembre de 2018

Fin

Sé que los escalosfríos producen adicción. Están bien para una tarde de verano, pero cuando se reproducen demasiado a menudo acaban en convulsión y se acompañan de una fiebre que debilita siempre. Ninguna historia hilvanada se sostiene mucho tiempo. No es posible alimentarse tan solo de helado de nata, mermelada o café por muy selectos que sean sus lugares de origen. Hace falta pan de ese simple y natural que se cuece en el horno de cualquier esquina del mundo.

Soy rara.
No sé ser de otra manera.

1 comentario:

I Pajarillo se presenta

 A veces, hay que  reconocer un derrota desde su inicio para no liarse en la frustración como un cordón a la pata de un romano. Desde afuera...