miércoles, 11 de septiembre de 2013

Mientras queda tiempo.

Me contaba una tarde que, a veces, cuando miraba a sus hijos pequeños se le llenaba el corazón de una ternura tan inmensa que necesitaba abrazar un cojín tan tan fuerte como intenso era aquel sentimiento que brotaba arrebatador . Era consciente de que no podia abrazarles porque los hubiera roto.
Hace unos días su hijo mayor moría entre sus brazos en su cama de un infarto con apenas diecisiete años.
Ha vuelto a escribir con aquella fuerza y con aquella poesía que abandonó por otras actividades más lucrativas. Y han vuelto a emocionarme sus letras porque mana el dolor en ellas.
Nadie puede aquilatar su ausencia solo quien haya perdido un hijo puede saber de él.
No existe ninguna palabra que defina su estado. Es tan antinatural que ni siquiera existe una palabra que lo exprese.
Cuando mueren tus padres, quedas huerfana. cuando muere tu pareja quedas viuda, pero cuando muere un hijo cómo quedas si es que quedas algo

Pasamos nuestra vida tratando de encontrarle un sentido y cuando alguien a quien amamos tanto pierde su cuerpo, sentimos que estaba en la punta de nuestra lengua y no podiamos verlo.

Vivir mientras que hay tiempo. Amar mientras que se es  y entender que solo podemos arroparnos mientras estamos. Hay golpes que hieren y otros que despiertan.
 Que no nos quemen los abrazos que no damos, ni las caricias que guardamos, ni los besos que no nos pertenecen porque nacen para regalarlos. Los que desembocan donde pertenecen nos sostienen, antes y despues.


domingo, 1 de septiembre de 2013

Libre te quiero

Libre te quiero,
como arroyo que brinca
de peña en peña.
Pero no mía.

Grande te quiero,
como monte preñado
de primavera.
Pero no mía.

Buena te quiero,
como pan que no sabe
su masa buena.
Pero no mía.

Alta te quiero,
como chopo que en el cielo
se despereza.
Pero no mía.

Blanca te quiero,
como flor de azahares
sobre la tierra.
Pero no mía.

Pero no mía
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera.

Agustín García Calvo

Ayer

 Esconde tus manos, como si fueran garras de  usura, Esconde tu alma  como si fuera lodo feroz Oculta tus ojos, que nadie lea la vergüenza e...