martes, 29 de octubre de 2019

Cincuenta

Hace unos días cumplí 50 años. Siempre digo que soy demasiado joven para cumplir tantosaños  porque es cierto que mi cuerpo ha acompañado a la Tierra en esas cincuenta vueltas  alrededor del sol,  sin embargo, siento que  hace apenas pocos días que comencé a girar sobre mi eje, a recorrer mi órbita, a ser quietud y movimiento; a ser yo con la vida,  yo con "toma de tierra" para no perderme en los valores sin valor, para no correr en pos de caminos que conducen a lugar ninguno, para dejar de confundir la rapidez con la prisa que llega tarde,  llegue cuando llegue.

Hace unos días, alguien me ofreció compartir unos décimos de lotería para ver si teníamos suerte. Los compré, es cierto, pero no porque tenga esperanza en que resulten premiados, porque yo la suerte la quiero para otras cosas, cosas que pasan en días como hoy. Hoy he tenido un accidente y me he cercenado el pulgar de la mano izquierda. Por suerte, se ha podido reimplantar. Todo ha sucedido en un instante del que sufro una amnesia bondadosa. Yo que aprendí a escribir con la mano izquierda siendo diestra por si alguna vez lo necesitaba no sé si volveré a escribir con ella, ni si podré usarla como hasta esta mañana.  Sin embargo, sé que he tenido esa clase de suerte que espero yo que no creo en el azar.

jueves, 24 de octubre de 2019

24 de octubre 2019

Gracias al ir y venir de las olas, el mar no se convierte en un pantano. Los días que pueblan la vida tampoco dejan en su ir y venir nuevos, que la vida hieda entre la tragedia de ayer y la desesperanza de mañana.
Hoy ha transcurrido como todos los días de 24 horas, aunque con la impresión de que la mañana ha sido un momento esperado desde  hace muchos días idos ya. La justicia no existe, lo que creemos justicia no deja de ser la consecuencia de saltarse unas normas que incluyen en su genética el efecto de su contradicción. La justicia solo es sinónimo de reparación y aunque hoy no se ha reparado nada, el movimiento de este día es una ligera esperanza de recuperar la dignidad, no de los cuerpos en las cunetas que no la perdieron nunca, les  fue arrebatada, sino de aquellas conciencias asalvajadas a las que no les tembló la mano ni el disparo. El día en que el amor se ejerza con la misma intensidad que la violencia, la sociedad comenzará a repararse a sí misma, no habrá más balas. ¿Quién lo verá? que diría mi madre.

lunes, 21 de octubre de 2019

Laura quiere ser artista.

Cuando Laura era más chica, solía decir que ella, de mayor, quería ser peluquera y astronauta. No encontraba ningún motivo por el cual no pudiera compaginar ambos oficios, que por demás le parecían igual de importantes y de divertidos ¡Criaturica! Ayer, mientras nos deleitaba,  a la fuerza, con los primeros acordes de su guitarra recién comprada, nos traslado a su padre y a mí, su decisión de dedicarse, en el futuro, a la música en su faceta de cantante a media jornada por las mañanas,  y a la pintura y a la poesía por las tardes, eso sí, a jornada completa.

Laura, aún, tiene siete años, y como no se cansa de jugar cree que tampoco lo hará de trabajar.  Además, todavía no sabe de fracciones y eso se le nota en la distribución de los tiempos. Su hermano, que parecía estar ausente de la escena, sin levantar los ojos de la revista de superhéroes de la Marvel, dijo como quien no quiere la cosa:

-Hay que ver, Laura, has pasado de ser solvente a ser carente...

Bien, no esta mal expresado para tener nueve años.

- ¿Y, tú, Diego?- le digo, ¿sigues con la idea de ser alcalde de mayor?-, a lo que él responde:

Claro, si me vota la gente...

Qué claras tienen las ideas los niños.  Por lo menos,  saben hoy lo que quieren ser mañana. Mañana veremos que rumbo trae el viento y que dirección marca la veleta de los tiempos.

"...has pasado de ser solvente a ser carente". No es porque sean de los míos, pero es que son muy salaos, eh?



 

Ayer

 Esconde tus manos, como si fueran garras de  usura, Esconde tu alma  como si fuera lodo feroz Oculta tus ojos, que nadie lea la vergüenza e...