Eres una inocente descreída y eso me encanta porque sumas a tu más sincera indignación la ingenuidad de creer que estás a vuelta de todo, que nada te puede sorprender ya, que puedes hablar del futuro como si hubieras viajado a él y conocieras todas las respuestas, como si los secretos hubieran perdido su misterio a tus ojos y nada ya pudiera sorprenderte. Y me encantas, porque en el fondo de ti no dejas de tener la esperanza de que todo mejore. Describes tantas veces como adivinas lo que va suceder al minuto siguiente, quien va a fallar a quien a última hora, donde se encuentra la maca... y sin embargo, lo haces mientras no dejas de buscar soluciones para cada problema y de dejarte la piel para que el sol vuelva a salir cada mañana. Puede parecer que eres una mujer ingenua, pero nada más lejos de la realidad. Ese sentido del humor tan afinado con el que hacer frente a la vida venga por donde venga, ese impetu para no dejarte amilanar, esas ganas de todo te yerguen frente a mis ojos de tal manera que mirarte siempre me inunda de ternura y de fuerza.
Me ha encantado grabar el video, me ha hecho una ilusión bárbara elegir el lugar, buscar el momento, seleccionar el vino...tratar de sorprenderte y ver de nuevo esa expresión de admiración e incredulidad en tu ojos. Me encanta derribar tus sombras porque siempre sabes hacer de escombros luz.
Te quiero.
Bienvenida a los cincuenta.
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