Desde que el dehielo de savia rompió esta primavera no he podido más que conocerme y reconocer
que no soy tallo, ni rama, ni hoja,
que no soy tronco rugoso, ni liso,
que no soy hoja ni verde ni seca,
que no soy raíz ni dulce ni amarga,
que no soy fruto maduro ni verde...
Que yo creía ser árbol y solamente soy nido...
Un poema maravilloso y que dice tanto.
ResponderEliminarMe alegra leerte.
Un beso.
Qué bien...nido!!! Qué mejor?
ResponderEliminarBesos. lenteja
Los nidos son hermosos fuertes y resistentes. Tengo uno delante del balcón y me encanta verle lleno de vida.
ResponderEliminarGracias, por dejar una pajilla en el nido. :)
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